Concierto de Lizzy Borden en Lima
Seguimos con las visitas de grandes representantes históricos del metal mundial que hoy guardan un perfil más o menos bajo o intermedio. Tuvimos el caso de Doro Pesch, aunque ella mantiene una convocatoria muy alta en Europa. Luego tuvimos a Grim Reaper y a Picture, que están en las divisiones claramente intermedias y hace poco, poquísimo la de Omen y Manilla Road, que ya son parte del contingente de las bandas para conocedores. Ahora en pocos días tendremos a uno de los que realmente animó la escena en los 80, Lizzy Borden.
Que no se malinterpreten las líneas anteriores, todos los artistas que he mencionado más arriba y que nos han visitado son musicalmente extraordinarios y sus trabajos son referentes para todo aquel que sepa valorar el metal mundial, de hecho, casi todos los headbangers que coleccionamos música en soportes físicos tenemos parte o toda la discografía de esos grupos. Pero no todos pueden ser multitudinariamente famosos. Los headbangers somos una inmensa minoría muy exigente y la cantidad de grupos que han nacido y producido música relevante es muy grande así que la fama se reparte muchas veces a mendrugos, quizás demasiadas estrellas para tan pocos relativamente hablando. Eso hace que muchas bandas hoy en día, siendo buenas no convoquen a demasiada gente y que estén desaparecidas del ojo público, máxime en un medio en el que la mayoría se conforma con el llamado Big 4 y Iron Maiden y creen que allí se acabó el metal.
Pues no; afortunadamente el metal constituye una tradición musical mayúscula y superior por lo que tenemos bandas a raudales y los Borden están entre lo mejor que se ha producido. En los 80 se les asoció con el glam, por la apariencia supongo, pero salvo algún que otro toque menor, catalogarlos con los chicos angelinos del hairspray sería un error, esta gente toca speed power metal melódico. Eran una de las bandas puntales de Metal Blade (aún siguen con ese sello). Su propuesta era realmente agresiva y sólida. Para empezar su nombre deriva del de una asesina norteamericana del siglo XIX (Lizzie Borden), y su show, inspirado en una mezcla de Alice Cooper y Kiss suscitó el escándalo por incluir escenas de violencia contra un Papa Noel, el fingido descuartizamiento de una chica con un hacha y su previa exhibición en paños muy menores. Hoy ese show luce ingenuo, pero vean cuánto han cambiado las cosas. Los Borden se convirtieron en estrellas del rock comparables al menos a los Mötley Crüe en términos de fama y se merecieron el calificativo de banda más peligrosa del mundo por parte de esa organización cristiana fascista llamada PMRC. Uno podría pensar que eso les benefició comercialmente, sin embargo, siempre han sostenido que al contrario les perjudicó mucho.
Son seis los larga duración editados y un home video en vivo (luego lanzado como DVD) muy comentado en los 80 el grueso de su herencia musical. Los tres primeros, Love you to Pieces (1985), Menace to society (1986) y Visual Lies (1987) forman parte de un triunvirato de heavy veloz y melódico junto con su home video, The Murdererss Metal Road Show (1986), que pusieron a la banda en las ligas mayores rápidamente. Luego, dieron el salto gigantesco, lanzaron el Master of Disguise (1989), uno de los trabajos más ambiciosos de fines de la década del 80 en el metal ya que incluyeron una orquesta sinfónica como parte integral de casi todos los temas, eso ya se había hecho en los 70 en grupos de rock que hoy se consideran clásicos, pero en el heavy metal era entonces una verdadera novedad. El resultado final es además bueno y muy efectivo, aunque quizás más melódico.
Luego, como de costumbre, vendrían los 90 y con ellos la oscuridad y el ostracismo mientras la gente adoraba a Nirvana y a Alice in Chains. Luego el siglo XXI les daría otra oportunidad. Las cosas ya no serían iguales, de hecho no alcanzaron el mismo tipo de estrellato que habían conocido pero se practicaron una reingeniería a su imagen, y se lanzaron un par de discos más, Deal With the Devil (2000) y Appointment with Death (2007), que, aunque suene raro lo que voy a decir, son con creces superiores a sus trabajos de los 80 aunque, paradojas de la vida, han recibido una atención muy restringida.
Hoy la banda está formada por dos de sus miembros clásicos Gregory Charles Harges, que asume la identidad de Lizzy Borden, vocalista y principal compositor del grupo; Joey Scott Harges, su hermano menor a la batería; ambos han participado en todos los discos del grupo. Con ellos está Marten Anderson al bajo, quien ha grabado los dos discos del siglo XXI. En vivo se les une Ira Black a las guitarras como apoyo. Su show, sigue con el concepto de espectáculo que se puso en boga en los ochenta (con WASP, Halloween, Impaler y otros), pero desde una visión más gótica y contemporánea.
En suma, la venida de Lizzy Borden es un acontecimiento mayúsculo en el quehacer del metal en este año en nuestro país, en mi opinión es una oportunidad imprescindible de espectar uno de los shows más sólidos del metal actual y una verdadera leyenda del heavy metal tradicional.
El show será el jueves 24 de julio en la Discoteca Centrica a las 9:00 pm junto con la banda local Seres. Más información en este enlace
Primera parte de su histórica presentación de 1986. Tiempos aquellos.
Lizzy Borden en su presentación en el Hellfest 2012 (la voz la mantiene casi igual; pocos pueden decir lo mismo)