Hospital Hermilio Valdizán, 50 años junto a la comunidad
Hace 50 años el hospital Hermilio Valdizán abrió sus puertas para atender a la población en un contexto social difícil, en el que la salud mental no tenía cabida en el imaginario popular. Actualmente, el nosocomio atiende a miles de personas por problemas psicopatológicos que van desde la ansiedad a la psicosis. ¿Cómo cambió esta situación y qué nuevo rumbo espera tomar? Huellas Digitales te cuenta la historia.
“Quedó inaugurado, en la mañana de ayer, el Hospital para Enfermos Mentales de ‘Asesor’, cuyo edificio fue construído hace varios años por la Sociedad Pública de Lima y ha sido recientemente remodelado, ampliado y equipado por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, a un costo de
S/. 9’771.408.72, en poco menos de cuatro meses” , así daba cuenta El Comercio, en su edición del 10 de setiembre de 1961, de la apertura del hospital Hermilio Valdizán, ubicado en el kilómetro 3.5 de la Carretera Central, en Santa Anita.
En sus 44.010 metros cuadrados se prestan los servicios de electroencefalografía, rayos X, laboratorio de cardiología, otorrinolaringología, oftalmología y odontología, los cuales siguen a disposición de la población.
En un principio, se enviaron a 100 pacientes del sanatorio Víctor Larco Herrera a sus instalaciones, luego el doctor Humberto Rotondo Grimaldi se encargó de acercar las prestaciones del hospital a la comunidad, tal como nos cuenta el doctor Rafael Navarro Cueva, director general del Hermilio Valdizán.
“El doctor Rotondo, como jefe del departamento médico, fue uno de los primeros que comenzó a preocuparse de la comunidad. Él, acompañado de sus alumnos de pregrado y residentes de psiquiatría, se volcó a los alrededores del hospital para detectar casos de alcoholismo y hacer el tratamiento oportuno. Además de existir una preocupación por estudiar la situación de los pueblos jóvenes”.
Siguiendo con el camino trazado por el doctor Rotondo, los diferentes médicos y psicólogos del hospital se aproximaron a la población para conocer de cerca sus dificultades.
“Los médicos llegaban a la comunidad y sensibilizaban a la población diciendo que la salud mental hay que cuidarla y que si alguien tiene un problema, existe un hospital que puede tratarlo. De manera que la demanda aumentó, actualmente el hospital tiene una sobresaturación por la cantidad de pacientes que reclaman ser atendidos. Lamentablemente no contamos con el personal ni los consultorios externos suficientes”.
Es así como se afianzó la relación con la comunidad, escuchando y atendiendo sus problemas en temas de salud mental. En 1975 se dio un paso importante en el desarrollo de la psiquiatría en el Perú, al inaugurarse una división que estudiaba, de manera innovadora, diversos transtornos mentales.
“Nos tocó la suerte de fundar un departamento peculiar en el hospital: el departamento de análisis y modificación de la conducta (DAMOC). La terapia cognitivo/conductual no existía en el Perú, nosotros la introducimos de forma sistemática en 1975. Es uno de los departamentos centrales que tiene el hospital, allí hemos formado muchos profesionales, y la población de menos recursos se beneficia con sus servicios”.
Otro pilar del Hermilio Valdizán es, sin duda alguna, el Centro de Rehabilitación de Ñaña. Se trata del primero en su género en el Perú, el cual fue abierto en 1978; el modelo aplicado consigue aún tan buenos resultados, que ha sido tomado como base por otros países de la región.
“El centro de rehabilitacion de Ñaña fue fundado en 1978. En 1982, cuando el DAMOC estaba en desarrollo, probamos un programa de adicciones. Es un modelo peruano de tratamiento y rehabilitación de las adicciones. Trabajamos siete años para conseguir su validación, haciendo seguimiento a 223 casos. Eso ha servido para que tenga una calidad adecuada y entre en el contexto internacional”.
Innovación para conseguir resultados, parece ser la frase motivadora entre los trabajadores del nosocomio. Desde el 2009 llevan a cabo la reforma de la salud mental, con la cual esperan que más personas con problemas psicológicos o psiquiátricos puedan ser atendidas en los centros de salud y hospitales de su distrito. Huaycán es el punto de partida.
“Desde el segundo semestre del 2009 tratamos de completar esos inicios de la reforma, en el sentido de no solamente sensibilizar a la comunidad, sino y sobre todo enseñarles que la mayoría de problemas de salud mental pueden tratarse en los puestos y centros de salud, donde siempre trabajó un médico general que no tomaba en cuenta la salud mental. Para revertir esta situación, ahora estamos con un programa piloto en Huaycán capacitando a los profesionales de la salud en distintos niveles de atención. Recientemente, hemos inaugurado un centro de salud comunitario en la misma localidad”.
Asimismo, el hospital cuenta actualmente con un departamento de terapia familiar, donde familias y parejas acuden a resolver sus problemas de convivencia, también posee una división destinada a velar por la mejora de la calidad de vida de niños y adolescentes.
Su área de influencia pertenece a la Dirección de Salud IV Lima Este, la cual abarca 2´098,984 habitantes, divididos en 8 distritos. Al depender directamente del Ministerio de Salud, le falta un mayor apoyo del ente estatal para que su atención siga desarrollándose de manera óptima.
De esta forma el hospital Hermilio Valdizán cumple 50 años, atendiendo los diversos males que aquejan a la sociedad postmoderna, en la que las adicciones, ansiedad y depresión se hacen cada vez más cotidianas.
(Iván Gonzales Geldres)
Fotos: Archivo