El legado de Howard Carter, descubridor de Tutankamón
El arqueólogo Howard Carter fue el primer hombre que vio el sarcófago de Tutankamón. Tras este descubrimiento, se creyó que una maldición había caído sobre el equipo de búsqueda pero fue Carter quien no sólo minimizó dicha leyenda si no que la superó. A 75 años de la muerte de este reconocido egiptólogo recordamos los detalles del tesoro que halló en el Valle de los Reyes.
La historia y el misterio signaron la vida de Howard Carter, arqueólogo británico y padre adoptivo del joven rey Tutankamón, cuya tumba descubrió el 4 de noviembre de 1922. Menor entre once hermanos, aprendió el trazo fino del dibujante talentoso de manos de su padre. Y llegó joven a Egipto donde forjó su carrera como desenterrador de tesoros.
Allí conoce a Lord Carnarvon, un enamorado de la cultura egipcia, quien financia sus excavaciones en Tebas, y luego, en el enigmático Valle de los Reyes. Tras años de labor tenaz, el egiptólogo inglés descubre una grada de piedra, una piedra bendita.
Fue el cuarto día del onceavo mes de 1922. Su olfato de detective histórico lo lleva hasta la grada dieciséis. Entonces sospecha que había algo grande. Detiene la excavación y pide llamar a su patrocinador, Lord Carnarvon, para emprender el tramo final.
Al llegar éste reanudan la búsqueda y abren la primera puerta, que dio paso a otra puerta en el interior. Carter hizo un pequeño agujero y observó manteniendo un silencio interminable. Cuando Carnarvon le pregunta ansioso ¿Ve usted algo?, Carter respondió: ¡Maravillas!
Se hallaron jarros, estatuas y máscaras de oro, además de vestimenta lujosa y ornamentación dorada. En total eran unas setecientas piezas de valor incalculable. Pero esa era solo la antecámara. Para abrir la tercera puerta convocaron a más expertos: químicos, peritos en descripciones y doctores en anatomía, además de fotógrafos y dibujantes.
Al proceder a su apertura se ubicó un sepulcro rectangular. Dentro había una armazón de madera dorada, tapada por un lienzo que cubría tres sepulturas de madera más pesadas, revestidas todas de oro. En el interior de la última se hallaba un sarcófago con una tapa de granito.
Retirada la tapa se vislumbraron varios sudarios de lino. “Cuando retiramos el último, una exclamación de sorpresa escapó de nuestros labios, así de fascinante era lo que veíamos: una efigie dorada del más espléndido acabado que representaba al joven rey llenaba el interior del sarcófago”, contó Carter.
Dentro del sarcófago se sobreponían tres ataúdes, tan ajustados uno del otro que separarlos fue muy complicado. Cuando la tapa del segundo fue retirada apareció el tercero bañado en oro puro. Al abrirlo, envuelta en lino, cubierta de amuletos y ornada con alhajas fabulosas, descansaba la momia del faraón, quien gobernó Egipto entre 1333 y 1323 a.C.
¿Quién fue Tutankamón?
Fue un joven Faraón de la dinastía VIII, cuyo nombre significa “imagen viva de Amón”. Yerno de la hermosa Nefertiti, y casado con una joven de 12 años, murió a los 18 años por una grave lesión a la rodilla. Durante su gobierno el país retornó a sus tradiciones, pero no realizó obras trascendentales.
La maldición del faraón
Hasta su muerte Howard Carter minimizó algunas extrañas muertes de los participantes en el descubrimiento. La única que llamó la atención fue la del conde de Carnarvon, quien financió la expedición arqueológica.
El aristocrático personaje disfrutó muy poco su fama. Pocos meses después falleció por una fatal cadena de casualidades. Primero fue picado por un mosquito. Luego, afeitándose se cortó la pequeña herida. El corte le produjo una infección generalizada que lo llevó a la tumba.
Otro caso documentado por la prensa fue el de Lord Westbury, secretario de Carter durante los descubrimientos, quien el 21 de febrero de 1930 se suicidó arrojándose desde un séptimo piso en Londres.
Leyendas aparte, el descubrimiento de un soberano egipcio de tal antigüedad significó un aporte extraordinario para la arqueología mundial. Desde ese entonces libros, enciclopedias y páginas de internet nos pueden contar ahora esas “maravillas” que Carter divisó. El famoso arqueólogo murió un 2 de marzo de 1939, hace 75 años.
(Miguel García Medina)
Fotos: Agencias / Libro “Egipto Antiguo. Las grandes épocas de la humanidad”
Amigos, los invitamos a seguirnos en nuestro fan page: Huellas Digitales
y en nuestra cuenta de Twitter @huellas_blog