Se busca “Ama de leche”
No se equivoca al leer este aviso. En 1904, entre la publicidad de tarjetas postales y elíxires estomacales se solicitaba también a las “Amas de leche”. En las páginas de El Comercio, la familia de la calle de San Cristóbal del Tren (hoy jirón Apurímac) pidió a un “ama robusta, con garantías, que sea de raza negra”. Es que las “amas de leche” compartían el alimento de sus pequeños con otros más favorecidos económicamente.
La práctica de las “Amas de leche” se inició tras notarse la ausencia por muerte de la madre o del hijo, por lo cual la mujer se quedaba sin tener a quien amamantar o el bebé sin tener de dónde obtener alimento. Después, se convertiría en un símbolo de posición económica, en el que las grandes familias pagaban los servicios de mujeres humildes.
Primero fueron solicitadas las mujeres indígenas, pero por las creencias de la sociedad de la época y un eventual “traspaso” de sus costumbres, se comenzaron a pedir mujeres negras. Sin embargo, ellas tampoco se salvaron del desprecio de algunos ilustrados.
El papel de las “Amas de leche” no sólo estuvo presente en las clases altas. Estas mujeres también eran contratadas por hospicios y hospitales, donde brindaban el blanco manjar a niños necesitados. Y, cómo no, su trabajo era regulado por leyes como ésta:
Art. 240 “El ama de leche que fuera del caso de enfermedad, desamparase al niño que estuviere criando, ántes de destetarlo, será obligada por la policía á continuar en su crianza, pagando dos reales de multa”. (‘Leyes, Decretos y órdenes desde 1821 hasta 1859′, por Juan Oviedo)
Hermanados por la sangre, pero también por la leche.
(Pamela Loli Soto)
Fotos: Archivo Histórico El Comercio
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