Feliz día, Chespirito: El Chapulín Colorado y una canción contra el poder
Sin duda alguna, se trata del más grande superhéroe que ha dado América Latina. Chaparro, torpe y temeroso, el Chapulín Colorado tuvo la gran virtud de unir a todos los latinos tras un personaje que tenía más rasgos de Maxwell Smart que de Superman. Hoy 21 de febrero, su creador, el gran Roberto Gómez Bolaños, habría cumplido 87 años, y en este blog queremos recordarlo a nuestro estilo… con la historia de una canción.
Sin más preámbulos, expliquemos este video. Se trata de la canción titulada La pata y el tulipán, interpretada por la actriz Florinda Meza y transmitida en un capítulo que se llamó “La romántica historia de Julio y Rumieta“, una parodia de la tragedia shakesperiana Romeo y Julieta. El episodio se propaló en 1979, el último año de El Chapulín Colorado como programa independiente.
Más allá de que la recordada “Doña Florinda” nos demuestre en este video sus habilidades para el baile y la coreografía, esta canción es la quimérica historia de una pata que desea casarse con un tulipán, a pesar de la oposición del padre, quien no duda en mandar a secar la laguna para acabar así con el pretendiente.
“Entonces la pata se puso a llorar y tanto fue el llanto que sin esperar, sus lágrimas otra laguna pudieron llenar”, dice parte de la letra, adaptada al español por el propio Roberto Gómez Bolaños. Como dice el sitio web Chavodel8.com, el mensaje de esta musicalizada fábula es que no deben existir diferencias para la unión de parejas.
En aquel capítulo de El Chapulín Colorado, el recordado Ramón Valdez, quien hacía de celoso padre de Florinda Meza, le pide a ella que le presente finalmente a su novio. Y este resulta siendo el mismo Chapulín. “Si la patita se casó con un tulipán, por qué no se va a casar la muchachita con un Chapulín”, dice el superhéroe colorado al final del episodio.
La canción tiene tal vigencia que sigue siendo utilizada en algunos colegios de Lima, como el Loris Malaguzzi del distrito de Puente Piedra (dicho sea de paso, Loris Malaguzzi fue un prestigioso pedagogo italiano). Según el sitio web, Chespirito.org, La pata y el tulipán fue incluida en una compilación de tres discos, que se lanzó en 1979 bajo el título de “Síganme los buenos a la vecindad del Chavo”. Siete años más tarde, en 1986, Florinda Meza volvió a bailarla en un episodio del programa Chespirito.
Pero, ¿cuál es la versión original?
Estas imágenes son de un programa de la televisión italiana de 1957. Al inicio aparece la actriz Franca Valeri, quien contesta una supuesta llamada del rector de la Universidad de Pittsburgh y le pasa el teléfono a su amiga Nilla Pizzi, una cantante que forma parte de la historia de la música italiana.
La canción se llama Papaveri e papere (Amapolas y patos) y fue compuesta por un trío de milaneses: Mario Panzeri, Nino Rastelli y Vittorio Mascheroni. El tema fue presentado por la propia Nilla Pizzi en el Segundo Festival de San Remo, en 1952, donde alcanzó el segundo lugar. Lo curioso es que Pizzi se llevó también el primer y el tercer lugar de aquel festival (un récord que muy probablemente jamás se igualará en Italia). “La verdad es que éramos muy pocos los que entonces participábamos en el festival”, declaró Pizzi años después.
Nacida en la ciudad de Sant’Agata Bolognese (la tierra de los automóviles Lamborghini), Nilla Pizzi vivió una época gloriosa en los años 50. Por ejemplo, fue también la ganadora del histórico Primer Festival de San Remo, en 1951. Todos estos reconocimientos le valieron el título de “La reina de la canción italiana”. Una galería de fotos en el diario La Repubblica nos muestra imágenes suyas al lado de íconos de la época, como John Wayne, Frank Sinatra y Anthony Quinn.
¿Pero es Papaveri e papere una canción romántica, como la versión de Chespirito? A decir verdad, en Italia es considerada más una canción para niños. Sin embargo, el tema esconde otro mensaje, dado que uno de sus compositores, Mario Panzeri, era un “especialista en letras difíciles de interpretar”, como señala el sitio web Galleria della Canzone.
Si bien es la historia de un brevísimo romance entre una pata y una amapola (esta última tiene género masculino en italiano), Papaveri e papere fue, en realidad, una sátira contra el poder político. Incluso, llegó a ser utilizada en manifestaciones contra la Democracia Cristiana, el partido político que tenía el poder en la Italia de entonces.
La misma Nilla Pizzi habló sobre la canción: “Parece una canción infantil, de letra elemental y banal. Me da gusto que millones de niños la hayan cantado, pero si uno analiza bien el texto se sorprenderá de ver que hay algo mucho más profundo. El papavero (la amapola) simboliza el poder. El papavero está dentro de su palacio y no se mueve. En cambio, los demás son la gente común, la gente que protesta, la que hace huelga, la que se enoja”.
Este tema, traducido a más de 40 idiomas, inspiró la película Lo sai che i papaveri (Sabes que las amapolas), de 1952, y es la única canción del Festival de San Remo que fue interpretada por Beniamino Gigli, uno de los grandes tenores del siglo XX. Nada mal para Nilla Pizzi, una cantante que en 1944 había sido alejada de la radio italiana porque su voz fue considerada muy sensual y exótica por el régimen fascista.
Antes de irme les dejo este video en el que Nilla Pizzi vuelve a cantar Papaveri e papere en el programa Milleluci, de 1974, en compañía de otra gran leyenda de la música italiana, Mina.
Hasta la próxima canción.
Agradecimientos:
Video 1: RMA Samu Entertain Vision
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