DLG, “La quiero a morir” y el loco que amó a María Félix
La historia de hoy es especial. Hoy hacemos una pausa en nuestro recorrido por las canciones italianas y nos trasladamos al año de 1997, con una salsa que puso a América Latina a bailar. “Y yo que hasta ayer solo fui un holgazán, y hoy soy guardián de sus sueños de amor, la quiero a morir”. Con ustedes, DLG.
¿Quién no alzó las manos al bailar el pegajoso estribillo de esta canción? DLG fue una agrupación de la ciudad de Nueva York que apareció en 1995 de la mano del productor estadounidense Sergio George, la mente detrás de esa exitosa fórmula que combinaba salsa con reggae, hip hop y house. “Quería formar un grupo con el que pudieran identificarse los jóvenes latinos porque el público de la salsa anda crecidito”, explicó George en un artículo de esos años en el diario español El País.
Sergio George fue reuniendo a los integrantes de la banda, en especial a un joven de 21 años llamado Huey Dunbar, de madre puertorriqueña y padre jamaiquino, cuya voz caracterizó a DLG. Sin embargo, la pregunta es ¿por qué el nombre de “DLG”? Más allá de que sea la sigla de Dark Latin Groove, “DLG” se llamaba también el estudio que el productor Sergio George tenía en casa… aunque hay otra explicación.
Wilfredo “Fragancia” Crispín, uno de los integrantes de DLG, recuerda que cuando Sergio George terminó de armar el grupo, les dijo a sus miembros: “Ustedes son Dark Latin Groove. Ustedes son negros, son latinos y su ritmo es increíble”. Así quedó establecido el nombre.
En 1996 apareció el primer álbum, “Dark Latin Groove”, que pegó muy fuerte en las radios latinoamericanas con canciones como No morirá y Me va a extrañar. Claro que el éxito fue mayor con el segundo álbum, “Swing On”, de 1997, que incluyó inolvidables temas como Juliana, La soledad (de la italiana Laura Pausini) y la canción de la cual hoy hablamos, La quiero a morir. Hoy DLG ya no existe como grupo.
Sin embargo, debe decirse que se hicieron muchos covers en español de esta canción. De hecho, la de DLG no fue la primera versión “movida” de La quiero a morir. Ya en 1986 el dominicano Sergio Vargas la cantó en ritmo de merengue y la incluyó en un álbum que llegó a ser el mejor disco del año en República Dominicana.
En la lista de artistas que la han interpretado figuran también el español Raphael, el argentino “El Potro” Rodrigo, los españoles de Jarabe de Palo y Alejandro Sanz, la colombiana Shakira y, por supuesto, la peruana Eva Ayllón. Su vigencia en América Latina puede verse, además, en el hecho de haber sido la canción de la telenovela colombiana La quiero a morir, producida en 2008.
Quien también hizo una versión muy personal fue el prolífico cantautor español Camilo Sesto, quien en un concierto en Chile, en 1979, se refirió a ella como una canción que él hubiera querido componer. “Pero, al menos, tengo la suerte de poderla cantar”, dijo. Aquí está Camilo Sesto.
Pero, ¿cuál es la versión original?
Es el 15 de septiembre de 1979 y el francés Francis Cabrel interpreta en la TV de ese país Je l’aime à mourir (Yo la amo a morir). De más está decir que el tema le valió el éxito a este cantautor que tiene orígenes italianos, pues su familia proviene de la región de Friuli.
Un artículo publicado por el diario francés Le Monde señala que Je l’aime à mourir fue compuesta por Cabrel en apenas una hora. Todo nació una tarde cuando un amigo suyo, quien lo visitaba en casa, le enseñó en la guitarra una técnica de punteo a la inversa conocida como picking.
Cabrel se puso a ensayarla y en una hora, entre las 9 y 10 de la noche, salió la canción. Para ese entonces ya había quedado listo su álbum “Les chemins de traverse”, de 1979, pero como aún restaban algunos días de grabación, Je l’aime à mourir fue añadida. Le Monde indica que el álbum no desató pasiones hasta que comenzó a escucharse esta canción.
De hecho, al ver la popularidad que iba alcanzando el tema, Cabrel entró en contacto con el compositor español Luis Gómez Escolar (de quien ya hemos hablado en este blog) para que hiciera la adaptación a nuestro idioma. Esta fue la letra en la que se basaron todas las versiones en español. Y el propio Francis Cabrel la cantó en nuestro idioma, en una versión que apareció en 1980 bajo el título de La quiero a morir.
Como toda canción de gran éxito son muchas las hipótesis sobre el origen de Je l’aime à mourir. La más interesante es recogida por el diario francés Libération y tiene relación con una de las figuras más brillantes del cine mexicano, la actriz María de los Ángeles Félix Güereña, la gran María Félix.
Como apunta el escritor y taurófilo mexicano José Antonio Luna, todo comenzó en 1954, cuando “La Doña” vivía en París, donde ya era una celebridad. Una amiga suya, la pintora surrealista argentina Leonor Fini, mientras le hacía un retrato, le dijo: “Te voy a regalar un hombre”. Y la argentina lo cumplió.
Fini le presentó a María Félix al escritor y periodista francés Jean Cau, un joven talentoso que en ese entonces era el secretario de Jean-Paul Sartre. “El flechazo fue instantáneo”, señala el sitio web Mariafelix.com. “Él (Jean Cau) le pidió que se casaran, pero María decidió continuar su carrera y se separaron”.
Hace más de dos décadas, en una extensa entrevista a María Félix, la también actriz mexicana Verónica Castro le preguntó: “Doña, ¿no le hicieron canciones en el extranjero?”. Y fue entonces cuando María Félix habló de Jean Cau y de Je l’aime à mourir.
María Félix dijo que aquella relación había sido “peligrosa”, pues a Cau lo definió como una persona “enferma de la cabeza, un loco, un loco de sanatorio, un loco de hospital”. Incluso, “La Doña” recordó que una vez el padre de Cau le advirtió que si seguía con su hijo, este la iba a matar. Sin embargo, hubo mucha pasión entre ambos, tanto así que Jean Cau le escribió un texto en el que contaba cómo ella lo trataba. Él le había prometido que jamás lo publicaría.
Muchos años después, María Félix se encontraba viendo la televisión en su cama en París, cuando de pronto oyó la canción Je l’aime à mourir. “Oí la letra de mi canción con música. No lo podía yo creer”, dijo “La Doña”, quien aseguró que Jean Cau se vio obligado a vender los derechos de aquel texto porque no tenía dinero.
“Esa canción tiene una letra muy fuerte, porque dice: ‘Yo no era nada y de pronto me encontré dueño de sus sueños y de sus noches. Ella puede hacer lo que quiera. Lo único que tiene que hacer es abrir el espacio de sus brazos y todo se puede reconstruir. Yo la amo a morir’”, manifestó María Félix, quien calificó a Je l’aime à mourir como “la canción más bella de todas”.
Así que ahora me despido con María Félix (la mujer que nació dos veces, como diría Octavio Paz) cantando precisamente Je l’aime à mourir… una canción que no es solo un himno al amor, sino también una muestra de la delgada línea entre la genialidad y la locura.
Hasta la próxima canción.
Agradecimientos:
Video 1: DLGVEVO / Videos 2: mraldovera
Video 3: Ina Chansons / Video 4: PoshVEVO
Michael Zárate – Datos de contacto:
Twitter: @elautista / Linkedin: michaelzarate1