Las Chicas del Can y quién es “Juana la cubana”
Hace 35 años, América Latina vio el nacimiento de una agrupación dominicana de merengue que tuvo la particularidad de estar integrada totalmente por mujeres. Por ello, sobre todo en sus inicios, tuvo que luchar contra estereotipos en un mercado dominado por chaquetas y bigotes. A fines de los años 80, Las Chicas del Can asegurarían un lugar en la memoria latinoamericana gracias a una canción que no solo sacó a la gente a bailar, sino que puso de moda un instrumento: la güira. Hoy contamos la historia detrás de Juana la cubana.
Las imágenes que verán aquí son una muestra de la euforia que Las Chicas del Can generaban en el público. Es el programa De Gala de la TV venezolana y su conductor, Gustavo Pierral, le pide a una de las integrantes del grupo, la hermosa Teresa Domínguez, que le enseñe a bailar tocando la güira.
Aquella vez y ante un público emocionado, Las Chicas del Can recibieron un disco de oro por las más de 50.000 copias vendidas en Venezuela. El éxito estuvo impulsado por Juana la cubana, una canción que nos hablaba de una morena “candela pura”, cuyos movimientos al bailar hacían a todos sudar.
Baila este ritmo
que es la pura sabrosura,
negro yo me muevo
porque soy candela pura,
porque bailando
yo soy reina donde quiera
con esta gracia
con que muevo las caderas.
Para hablar de Las Chicas del Can hay que remontarse a 1976, cuando la merenguera dominicana Belkys Concepción decide crear una agrupación femenina y llamarla Las Muchachas. Años después, en 1982, Concepción se une a Wilfrido Vargas para formar Las Chicas del Can, grupo en el que rápidamente destacaría la voz de una joven que tenía apenas 14 años y a la que debían teñir el cabello para que aparentase más edad. Por supuesto, hablamos de Miriam Cruz, una de las grandes del merengue.
Véanla muy jovencita en esta presentación –una de las primeras en TV de Las Chicas del Can– y de seguro reconocerán la canción. Además, observen que quien aparece en los teclados es Belkys Concepción.
Todos la conocimos por el estribillo de “Mami, qué será lo que quiere el negro”, pero lo cierto es que esta canción se titula La africana, uno de los primeros éxitos de Las Chicas del Can y que fue compuesta por el colombiano Calixto Ochoa con el título original de El africano. Este video es interesante porque puede verse que, así como Miriam Cruz, la mayoría de Las Chicas del Can eran también adolescentes (puede reconocerse a una jovencísima Teresa Domínguez con la güira).
“La mayoría de las chicas se iniciaron en el grupo a los 12 años. Este grupo contaba con chicas de 12 a 17 años, quienes viajaban con cartas firmadas por sus padres”, contó Eunice Betances, desaparecida vocalista del grupo. La corta edad y el hecho de ser todas mujeres les significó luchar contra muchas envidias en el mercado musical.
“En nuestros primeros años, principalmente, las orquestas masculinas se negaban a aceptar que mujeres tan frágiles, tan femeninas, tocaran instrumentos como la trompeta, el trombón, la tumbadora, la batería”, recordó Betances. “Recibimos cierto rechazo de ese sector masculino. Incluso, en nuestro país se decía que estas muchachas no iban a llegar a ninguna parte por el hecho de ser todas tan jóvenes”.
Sin embargo, no solo lidiaron con el rechazo y el machismo. Por aquellos años en los que Las Chicas del Can ya gozaban del éxito en América Latina, se soltó el infundioso rumor de que algunas de sus integrantes eran travestis, como se les preguntó en una conferencia de prensa realizada en Lima en 1990.
Ahora bien, ¿por qué se llamaron Las Chicas del Can? No tiene nada que ver con un perro. La idea se le ocurrió al locutor dominicano Yaqui Núñez del Risco, quien las llamó así porque “can” en República Dominicana significa “fiesta”; es decir, hablamos de “Las Chicas de la Fiesta”. Y vaya que armaron varias jaranas en aquellos años 80.
Juana la cubana apareció en el disco “Caribe” de 1988, en el que figuran otros recordados éxitos como Pepe y el Negro no puede. Como dice el libro The Latin Beat: The Rhythms and Roots of Latin Music, escrito por el periodista Ed Morales, Juana la cubana “fue uno de los momentos más emocionantes del merengue”.
La canción fue un boom en Perú en 1989, considerada la mejor del año para muchas radioemisoras. Todo ello dio pie para que Las Chicas del Can llegaran a Lima en enero de 1990, años muy difíciles para un Perú que sufría de una severa crisis económica y de la violencia terrorista. Una de sus presentaciones fue en el Estadio Nacional.
Aunque si nos apegamos a la letra de la canción, Miriam Cruz era “Juana la cubana”, lo cierto es que el público comenzó a llamar así a Teresa Domínguez, la reina de la güira, quien atraía miradas con su bamboleante baile y hermosas piernas. Dejen espacio, dejen espacio…
Pero, ¿quién es “Juana la cubana”?
Ella es la diosa negra de los escenarios de Cuba, la reina de los cabarets, la showwoman más célebre de la isla. Nos referimos a Juana Bacallao, una leyenda viviente de Cuba, quien a sus 92 años sigue sobre los escenarios. Aquí la escuchamos con su más emblemática canción, Yo soy Juana Bacallao.
Yo soy Juana Bacallao,
llegó Juana Bacallao,
la negra que en el bembé
salpica pa’ no mojar.
En diciembre de 2011, el diario argentino La Nación, publicó un artículo titulado “Juana La Cubana sí existe”, en el que se dice que la canción de Las Chicas del Can no habla de un personaje ficticio, sino que se trata de un homenaje a la cubana Neris Amelia Martínez Salazar, el verdadero nombre de Juana Bacallao.
De pequeña estatura, llamativos vestuarios y pelucas de ocasión, Amelia Martínez nació en La Habana en 1925. La vida fue dura con ella, pues quedó huérfana de ambos padres a los 6 años. Fue internada en un colegio de monjas, de donde se escapó. Desde muy joven tuvo que luchar y defenderse sola.
Comenzó trabajando como empleada doméstica. Precisamente, mientras limpiaba unas escaleras, fue “descubierta” por el compositor cubano Obdulio Morales, a quien le llamó la atención su voz y gracia. Morales fue quien la llamó “Juana Bacallao”. “Ay, pero qué nombre tan feo ese”, le dijo ella. “Bueno, ese nombre es el que te va a hacer famosa”, le respondió él. Y así fue. Gracias a la guaracha Yo soy Juana Bacallao, compuesta por el propio Obdulio Morales para la película Yo soy el hombre de 1952, ella dejaría de ser llamada Amelia Martínez y nacería el personaje de Juana Bacallao.
A pesar de ser una persona mayor, Juana Bacallao mantiene inalterada la chispa. “¿Qué edad tengo? La que represento. Porque yo no tengo edad”. “Yo nací en España, pero me trajeron aquí embalsamada”. “Yo no salgo de día, porque las estrellas salimos de noche”. “La naturaleza no me ha mandado bonita, pero siempre hay otra más fea que yo”, son algunas de sus frases.
El cariño de la gente por Juana Bacallao es tal que en República Dominicana –de donde son Las Chicas del Can– le pusieron su nombre a una calle. A propósito, el diario dominicano Diario Digital también señala que el tema Juana la cubana “guarda relación con el baile de una famosísima negra cubana, llamada Juana Bacallao”. Y es que la letra de la canción parece calzar con ella.
Háganle una rueda a Juana
porque ya empezó a bailar,
esa morena cubana
nos va a hacer hasta sudar.
Según Diario Digital, a Bacallao la comenzaron a llamar “Juana la cubana” después de su actuación en un festival iberoamericano celebrado en México en los años 60.
En una entrevista, Bacallao recordó que mientras brindaba un espectáculo en un cabaret de Santo Domingo, llegó a verla la cantante y actriz cubana Mirtha Medina para regalarle un casete que tenía la canción Juana la cubana. “La canción es muy famosa. Te la voy a dar para que te la aprendas bien”, le dijo Medina. “Me puse muy emocionada”, mencionó Bacallao.
En otra entrevista, Bacallao señaló que se encontró en México con Las Chicas del Can, quienes en su espectáculo le dedicaron Juana la cubana. “Hubo fiesta y aquello fue tremendo”, dijo. Como hemos dicho, la letra de la canción parece calzar plenamente con ella.
Pero, ¿cuál es la versión original?
Estas son imágenes de diciembre de 1986. México había terminado de organizar su segundo mundial de fútbol y esta cumbia comenzó a hacerse muy popular en el país azteca. De hecho, el inicio de la canción de Las Chicas del Can nos estaba dando ya una pista de quiénes eran los de la versión original. Fíjense.
(Letra de Las Chicas del Can)
Baila este ritmo
que es la pura sabrosura,
negro yo me muevo
porque soy candela pura.
Juana la cubana es una composición del mexicano Rodolfo “Fito” Olivares (quien en el video toca el saxofón). Junto con sus hermanos Javier (batería) y Jaime (teclados), fueron los creadores del grupo Fito Olivares y La Pura Sabrosura.
(Letra original)
Baila este ritmo
con La Pura Sabrosura,
muévete negra
que esto sí es candela pura.
La letra original de Juana la cubana nos habla de un hombre que queda embelesado viendo a Juana moverse hasta las 6 de la mañana.
Muévete negra
que esto sí es candela pura,
porque bailando
tú eres reina donde quiera,
por esa gracia
con que mueves tus caderas.
Rodolfo “Fito” Olivares nació en 1947 en Ciudad Miguel Alemán, en Tamaulipas (México), aunque a los 4 años se mudó a Camargo, Chihuahua. Desde pequeño quiso tocar el acordeón, pero su padre insistió en que practicara el saxofón, pues no había muchos que se inclinaran por ese instrumento. De hecho, Olivares todavía conserva el saxofón que le regaló su papá.
“De niño tenía muchos sueños y casi todos los sueños se me han cumplido porque venimos de familias pobres”, le dijo “Fito” Olivares al programa Con Botas y Sombrero. De niño siempre soñó con una bicicleta (y fue lo primero que compró al comenzar a trabajar), pero ni en sus más alocados sueños llegó a imaginar todo el éxito que Juana la cubana le depararía. Tanto éxito que hubo alguien más que la interpretó. Escúchenla.
Aquí tenemos a la recordada Selena Quintanilla, o simplemente Selena, la “Reina del Tex-Mex”. Este audio pertenece a un concierto que brindara en Market Square, en San Antonio (Texas), en 1991. Cuatro años después, apenas a los 23 años de edad, Selena sería asesinada por la ex presidenta de su club de fans.
Así como Selena, “Fito” Olivares también hizo su carrera musical en Texas, donde en agosto de 1980 –específicamente en la ciudad de Houston– formó La Pura Sabrosura. Pero la pregunta es: ¿Olivares se inspiró en la cubana Juana Bacallao para componer el tema? La respuesta es no.
“No. Solo fue inspiración por las mujeres cuando bailan, y tanto las cubanas como todas ellas bailan muy, muy bien”, le dijo el propio “Fito” Olivares a este blog, a través de su cuenta oficial en Facebook.
Más allá de que no haya sido inspirada en una mujer en particular, Juana la cubana es una canción que ha quedado en la cultura popular latinoamericana. En 1992 hubo una película mexicana llamada Juana la cubana, e incluso fue mencionada en un capítulo de Los Simpsons (claro, en la versión latina).
“Juana la cubana fue la canción que nos abrió muchas puertas. Mis canciones han caminado bastante”, dijo “Fito” Olivares a Multimedios Houston. “Con Juana la cubana tenemos ya unas 50 versiones en diferentes estilos. Hasta con mariachis la han grabado en forma instrumental”.
Así que terminemos esta historia con una “versión particular” de Juana la cubana. Es el año de 1990 y Las Chicas del Can se presentan en el programa más sintonizado de la TV peruana de entonces. Vean lo que pasa. Un paso pa’ adelante y un paso para atrás, pero con ganas.
Hasta la próxima canción.
Agradecimientos:
Video 1: aodfavi / Video 2: maxmar2002
Video 3: D.J. Felon / Video 4: Shazya Cabrera
Video 5: baudg2
Michael Zárate – Datos de contacto:
Twitter: @elautista / Linkedin: michaelzarate1