Comentarios: "Andrea Chénier" desde Royal Opera
Por Gonzalo Tello (Ópera Perú)
Este fin de semana llegó a las salas de Cinemark Jockey Plaza la esperada producción de Andrea Chénier que se presentó en enero en la Royal Opera House de Londres, que había creado mucha expectativa y una lluvia de excelentes comentarios de la crítica y público. Chénier es una de las óperas mas conocidas de Umberto Giordano, compositor verista que si bien ha llegado hasta nuestros días, no pudo hacer mucho frente a la sombra de Giacomo Puccini. Luigi Illica era su libretista en común y, pese a que esta ópera fue estrenada con éxito en La Scala de Milán el 28 de marzo de 1896, se le criticó a Giordano la falta de originalidad para desarrollar sus piezas, que son carentes de momentos contundentes y efectivos, mas allá de sus arias principales. El gran éxito de Puccini, La Bohéme, también de Illica, se estrenó a los pocos meses, y por eso la preferencia hacia el compositor también de Tosca, Madama butterfly y Turandot. Sin embargo, Chénier se ha impuesto en el repertorio como uno de los grandes vehículos de lucimiento de los grandes tenores del siglo XX: Tamagno, Martinelli, Gigli, Pertile, Corelli y Del Monaco. Mas adelante, los famosos Tres Tenores también han dejado grabaciones de esta obra.
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Esta era la primera vez en 30 años que se montaba una nueva producción de “Chénier”, y estaba a cargo de David McVicar, uno de los directores de ópera mas exitosos pues entiende muy bien como funciona el género y su buen gusto para no sobrecargar y transmitir de la mejor manera la intención de la obra se refleja en sus puestas. McVicar es fiel a la partitura y estilo de la época. Los vestuarios creados por la ganadora del Tony Jenny Tiramani son históricos y, gracias a los muy interesantes videos detrás de cámaras que nos ofrecen en la antesala e intermedio, podemos descubrir que están hechos tal cual la época, sin artilugios que permitan cambios rápidos de vestuario. Ahí su rigurosidad y gran efecto. El primer acto que ofrece McVicar, con un ballet muy sofisticado y una escenografía, realizada por Robert Jones, que se transforma del Castillo de Coigny en las calles de París, al tribunal revolucionario y en la prisión de St. Lazare, son efectivos. El telón que divide cada uno de estos cuatro actos es una enorme bandera francesa manchada de sangre en la que se lee una cita real de Robespierre: Même Platon a banni les poètes de sa République (Incluso Platón desterró poetas de su República). La dedicación y buen gusto con que maneja al coro y los detalles hacen de este director uno de los mas interesantes. McVicar nos quiere mostrar la crudeza de esa época, pero a la vez es frontal demostrando lo parecidos que somos con ellos, y como la historia se repite una y otra vez.
El interés por esta producción viene también porque es el debut en el rol de Chénier, uno de los mas exigentes del repertorio verista y carta de lucimiento de cualquier tenor spinto-dramático, del tenor alemán Jonas Kaufmann. Muchas veces se le critica a este tenor que canta con voce di gola (voz de garganta) cuando llega al pasaje y disimula una emisión nasal cantando forte. Sin embargo estas características no desmedran una voz que logra agudos poderosos y mucha teatralidad. Su excelente expresividad lo ha vuelto un cantante magnético que hipnotiza a audiencias, tiene una legión de fans que viajan solamente para verlo y logra llenar teatros por su sola presencia. Por ejemplo, esta temporada solo cantaba dos funciones de Carmen en el Met en marzo, pero un resfrío le impidió cumplir su compromiso. Las localidades estaban agotadas hacía meses y fue una tremenda decepción para su público neoyorquino.
Kaufmann encarna a Chénier con cierta reserva y respeto, sabe que es un rol difícil y debe darlo todo hacia el final. Su entrada es recitada, y el carácter de su primera ria “Un di all´azzurro spazio” lo es también. La voz se mantiene cauta durante los dos primeros actos, para dar memorables versiones del duetto con Maddalena en el segundo acto, su declaración “Si, fu soldato”, el inspirado poema “Comme un bel dì di maggio” y el poderoso duetto final “Vicino a te”. Kaufmann intercala entre pianos y fortes que dan excelente resultado. Su versión de este personaje histórico es la de un héroe juvenil e impetuoso y no la de un héroe romántico, sino la de un impulsivo líder con dudas, en que al final, se vuelve determinante y valiente gracias al amor.
El elenco de esta producción es de primera, comenzando con la soprano Eva-Maria Westbroek como Maddalena di Coigny, la niña aristócrata que sufre la Revolución y el Régimen del Terror en las sombras, ama al poeta Chénier quien es sospechoso de traición, y es amada por Gérard, su ex-criado que se volvió lider de los revolucionarios y la busca desesperadamente. Westbroek no logra convencernos como una niña mimada e insegura, debido quizá a su expresividad uniforme, aunque es convincente en los momentos en que conecta con Chénier durante la fiesta en el Castillo Coigny en el primer acto. Su dramatismo crece en el tercer acto, cuando debe sacrificarse ante Gérard, no sin antes contarle todas sus desgracias. Su interpretación del aria La mamma morta es entregada y efectiva. En el duetto final con Chénier demuestra sus posibilidades vocales con brillantes agudos. Dentro de unas semanas volveremos a verla en otro rol verista drámatico, el de Santuzza en Cavalleria Rusticana, en vivo desde el Met. Será nuevamente dirigida por McVicar.
El serbio Željko Lučić es reconocido como uno de los mas solicitados barítonos verdianos, aunque, en mi opinión, sus interpretaciones de esos ricos personajes es muy plana y la voz poco efectiva. Sin embargo, en un rol verista como el de Gérard resulta humano, irónico y al nivel de sus colegas. Su irónica aria nemico della patria? es mucho mas efectiva que su romanza del primer acto.
En este reparto encontramos a tres cantantes que ya pasaron su mejor época, sin embargo es un placer verlas caracterizar diversos roles. Primero a la mezzo Denyce Graves, una extraordinaria Dalila o Carmen en la década de los noventa, que interpretó a la doncella Bersi, quien debe prostituirse para cuidar de Maddalena, luego que perdieron todo. También a la soprano Rosalind Plowright, una recordada Fricka y cantante con enorme trayectoria, fue una Condesa di Coigny de teatralidad contundente. Elena Zilio dio una entregada pero breve interpretación de la vieja ciega Madelon.
La Orquesta y Coro de la ROH dirigidos por Antonio Pappano logran sacar lo mejor de esta irregular obra, que reserva la inspiración para los solistas. El resto del amplio elenco es correcto y muy teatral.
La versión en formato DCP de estas óperas, que podemos disfrutar en esta temporada en Cinemark Jockey Plaza, contienen mucho material que nos permite conocer plenamente detalles de la producción, lo cual enriquecen al espectador y este se lleva mas información que los que van al teatro regularmente. La calidad de imagen es extraordinaria y el sonido está muy bien balanceado, dando una atmósfera lo mas fiel a la experiencia en vivo. Las voces no saturan los parlantes y algunas se escuchan mas lejanas. Lo que si es importante es revisar los parlantes traseros de la sala que distorsionan el sonido con estática. Uno debe sentarse mas adelante para que no resulte molesto. Evidementemente, estas experiencias en cine sirven para estar al tanto con lo que pasa en Londres, pero no se compara a la experiencia en vivo.
La temporada de transmisiones de ópera y ballet de la Royal Opera House se viene atractiva. A fines de abril veremos una nueva producción de El holandés errante de Richard Wagner, a cargo del gran barítono Bryn Terfel. En mayo tendremos una clásica producción de El lago de los cisnes de Tchaikovsky, con la prima ballerina Evgenia Obraztsova. Luego, en junio, veremos una nueva producción de Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny, obra maestra de Kurt Weill y Beltold Brecht, con Anne-Sophie Von Otter. En agosto veremos el ballet La Fille Mal Gardée de Ferdinand Hérold, y en setiembre La Bohème de Puccini, con Anna Netrebko y Joseph Calleja, y finalmente una nueva producción de Guillaume Tell de Gioacchino Rossini, con Gerald Finley y John Osborn. Consulte la cartelera de Cinemark.
Wagner: El Holandés Errante / 25, 26 y 29 de Abril 2015
Tchaikovsky: El Lago de los Cisnes / 16, 17 y 20 de Mayo 2015
Weill: Mahagonny / 6, 7 y 10 de Junio 2015
Hérold: La Fille Mal Gardée / 22, 23 y 26 de Agosto 2015
Puccini: La Bohème / 12, 13 y 16 de Setiembre 2015
Rossini: Guillaume Tell / 26, 27 y 30 de Setiembre 2015