Libertad, Amor y Zarzuela
Por Carlos Corzo Castañeda, para Ópera Perú
En el marco de su temporada 2017, Romanza y la Universidad de San Martin de Porres presentaron el domingo 27 en el Gran Teatro Nacional la gala de zarzuela titulada “Libertad, Amor y Música”. Para tal fin, tuvieron el acierto de convocar a cuatro destacados representantes españoles de la lírica europea: el director de orquesta Oliver Díaz, director musical del Teatro de la Zarzuela de Madrid, el director de escena Ignacio García, la soprano María Rodríguez y el barítono Luis Cansino. Todos ellos, siendo figuras relevantes de la ópera en Europa en sus respectivas especialidades, cultivan además la zarzuela, dándole así el brillo que le corresponde.
Participaron también el barítono argentino Omar Carrión, del teatro Colón de Buenos Aires, el tenor peruano residente en España Andrés Veramendi, el director de escena y actor Emilio Montero, la mezzo soprano Josefina Brivio, la soprano Marielly Minaya y un numeroso elenco de cantantes, actores y figurantes.
Asimismo, el Coro Nacional dirigido por Javier Súnico, el Coro Nacional de Niños dirigido por Mónica Canales y la Orquesta Sinfonía por el Perú.
En estos tiempos en que la innovación y el uso de la tecnología son factores omnipresentes en los entornos empresarial y académico, Romanza demostró que también son válidos en el campo de las artes escénicas y diseñó un programa con un formato sumamente novedoso, cuya concepción y estructura se describen en forma muy didáctica en el programa de mano. El esquema consistió en sucesivas selecciones de cuatro obras del género relacionadas con la libertad, apoyadas mediante la proyección en una pantalla gigante de famosas pinturas alusivas a los temas desarrollados alternándose con citas de famosos pensadores, literatos, científicos y artistas.
A diferencia de las antologías tradicionales, son menos títulos pero más números de cada uno, todos los personajes llevan el vestuario correspondiente a la obra, y los números seleccionados no son necesariamente los más populares sino los que guardan relación con el tema.
A los acordes del preludio de El Barberillo de Lavapiés, zarzuela de ambiente goyesco del maestro Francisco Asenjo Barbieri, cruzamos el umbral que nos conduce al mundo encantado de la zarzuela. Barbieri fue, al lado de Joaquín Gaztambide y Emilio Arrieta, uno de los creadores de la zarzuela moderna, sucesora de la barroca, a mediados del siglo diecinueve, y esta es una de sus obras más representativas. Las proyecciones nos muestran las obras más famosas del ilustre pintor aragonés. El barbero Lamparilla viene a ser la versión española de Fígaro, el factótum rossiniano.
A continuación, a manera de un breve pero brillante paréntesis, la acción se traslada a Segovia a través de La del Soto del Parral, zarzuela de los maestros Severiano Soutullo y Juan Vert, con el fondo del antiguo acueducto romano de dicha ciudad.
Luego retornamos al Madrid de la época goyesca con la zarzuela La Calesera, del
maestro Francisco Alonso, quien a comienzos del siglo veinte compuso numerosas obras maestras del género como La Parranda y Las Leandras, para finalmente, mantenernos en Madrid pero avanzar en el tiempo con la escenificación del segundo acto de Luisa Fernanda, del maestro Federico Moreno Torroba, uno de los dos últimos grandes compositores del género, junto con el genial Pablo Sorozábal.
Las cuatro obras hasta aquí mencionadas han sido presentadas muchas veces en Lima en las grandes temporadas de zarzuela del Teatro Segura de las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta, y en años más recientes en las temporadas de Romanza.
Cerrando el programa con broche de oro, nos trasladamos a Aragón para escuchar,
precedida de un dúo de la misma obra, la jota de la ópera La Dolores del maestro Tomás Bretón, teniendo como fondo la imagen de la Virgen del Pilar y escenas de la región. Este gran compositor de ópera y música sinfónica jamás pensó que pasaría a la posteridad como el autor de la partitura de la zarzuela La Verbena de la Paloma, trabajo que desarrolló en un período de quince días en el año de 1894, atendiendo un pedido de emergencia del empresario del teatro Apolo de Madrid, quien había roto relaciones con su compositor habitual.
La última vez que se había cantado esta famosa jota en nuestro medio fue en la década de los ochenta, cuando la Antología de la Zarzuela de José Tamayo, que diera dos triunfales vueltas al mundo, se presentó durante un mes en el Teatro Marsano.
La soprano María Rodríguez, en su segunda visita a Lima, nos ofreció su fino arte tanto en el dúo de Aurora y Germán de La del Soto del Parral como en rol protagónico de Luisa Fernanda, siendo aclamada por el público limeño y pasando a ser una de sus favoritas.
El barítono Luis Cansino, muy querido y admirado en nuestro medio, nos entregó el himno a la libertad de La Calesera acompañado por el coro, cerrando brillantemente la primera parte del programa, y la romanza de Vidal “Luche la fe por el triunfo”, de Luisa Fernanda, que comentaremos más adelante.
El tenor Andrés Veramendi, que viene desarrollando una interesante carrera operática en España y otros países, nos sorprendió dando un viraje tanto en lo vocal como en lo teatral al encarnar al barbero Lamparilla, rol propio de tenores cómicos o ligeros, para luego interpretar en Luisa Fernanda al Coronel Javier Moreno, personaje con el que debutó hace veinte años, y culminar su actuación con una brillante interpretación de la jota de La Dolores.
El barítono Omar Carrión, interpretando el dúo de La del Soto del Parral con María Rodríguez, hizo gala de una poderosa voz correspondiente a su cuerda y, siendo un cantante de ópera, nos hizo ver que en Argentina se sigue cultivando la zarzuela con la calidad que caracteriza a la lírica de ese país.
La mezzo soprano Josefina Brivio, quien alterna el repertorio rossiniano propio de su tesitura con el de zarzuela, el cual domina, destacó tanto en El Barberillo de Lavapiés como en el terceto de La Calesera.
La revelación de la noche, en el rol de la calesera Maravilla, fue la soprano Marielly Minaya, quien nos mostró un bello y fresco timbre de voz, propio de su juventud, un excelente volumen y una soltura escénica e interpretativa sorprendentes en una debutante.
Otro joven valor, Manu Rodríguez, interpretó la arenga de don Luis Nogales de Luisa Fernanda con gran propiedad, logrando el efecto dramático inherente a ese pasaje de la obra.
Emilio Montero tuvo a su cargo la reggia, conduciendo la sugestiva y elegante puesta en escena concebida y diseñada por Ignacio García.
La orquesta Sinfonía por el Perú, creada y auspiciada por Juan Diego Flórez y dirigida en esta oportunidad por Oliver Díaz aportó el marco musical. Fue una gran ocasión para que el público pudiera apreciar sus progresos y para que sus jóvenes integrantes asimilaran las enseñanzas magistrales del eminente director.
El Coro Nacional, dirigido por Javier Súnico, en este caso complementado por la escolanía dirigida por Mónica Canales, demostró una vez más su alto nivel de calidad, y constituyó un factor clave para el éxito del programa ya que, como siempre hemos dicho, el coro es el alma de la zarzuela.
Es loable el esfuerzo desplegado por Romanza para ofrecernos un espectáculo de zarzuela de calidad superior, aunque sea una vez al año, haciendo gala de creatividad, trayendo a grandes artistas extranjeros y dando a la vez oportunidad a los nacionales e incluyendo la promoción de nuevas figuras.
Por una feliz coincidencia, ese día Luis Cansino celebró treinta años de carrera profesional. Este notable artista nacido en Madrid de familia gallega debutó un 27 de agosto en el Centro Cultural de la Villa, en Madrid, con la compañía Ases Líricos de Evelio Esteve, recordado tenor que nos visitara en diversas oportunidades integrando importantes compañías de zarzuela.
Este espacio resultaría insuficiente para reseñar la brillante trayectoria de Luis y enumerar sus muchas virtudes y cualidades. Diremos simplemente que, además de poseer una excepcional voz, una depurada técnica vocal y una gran calidad y versatilidad interpretativa, es muy querido por los públicos de los países donde actúa y por sus colegas, a quienes prodiga sincera amistad y valiosos consejos.
Se ha presentado con gran éxito en ópera y zarzuela en España (Teatro Real de Madrid, Teatro de la Zarzuela de Madrid e importantes escenarios de muchas otras ciudades, como Oviedo y A Coruña) e Hispanoamérica, principalmente México, Colombia y Perú. Actualmente está especializado en óperas de Verdi (Nabucco, Macbeth, Otello, Falstaff, Rigoletto, La Forza del Destino, La Traviata) y de Puccini (Madama Butterfly, Tosca, La Bohème), para las cuales es requerido año tras año en diversos países europeos, como Gales (Welsh National Opera) y la República Checa (Teatro Nacional de Brno).
Finalmente nos referiremos a su intervención en la gala del domingo cantando “Luche la fe por el triunfo” de Luisa Fernanda. En una de sus visitas anteriores a Lima, Cansino la cantó y en este mismo blog comentamos que “nos ofreció una versión de antología”. Ahora, luego de habérsela escuchado una vez más, nos reiteramos en dicha opinión y añadimos que es uno de los mejores intérpretes de esa famosa romanza y sin lugar a dudas el que mejor la ha cantado en Lima.
Enhorabuena, Luis Cansino, que continúen los éxitos y que nos sigas visitando muchos años más.