Renovarse es vivir (o a la inversa)
El título es también el de un artículo de Luis Alberto Sánchez (Examen de conciencia, Mosca Azul Editores) que se inspira en una frase de Rodó: “renovarse es vivir”.
D’Annunzio refería la misma frase como una disyuntiva vital: “Renovarse o morir”. Rodó decía más: “viajar es renovarse”, por tanto viajar es vivir. Sánchez trata el tema dentro de un contexto político, pero la política no sirve para definir lo fundamental.
¿Qué es renovarse? El ilustre intelectual peruano señala que es ver, escuchar, cambiar, ahondar, recrear. Es, en lo particular, vivir sometido a una dialéctica fundamental, a las transformaciones que operan en el alma cuando leemos y experimentamos, cuando vivimos. Se renueva la vida cuando se vive, cuando el sí domina sobre el “no” y cuando los temores se deshacen frente a las posibilidades del destino y de lo nuevo.
La edad poco hace para consolidar estos criterios. Un joven puede estar muerto si ve el mundo desde una cripta de cristal. Un anciano puede vivir en una perpetua renovación. En efecto, nunca se está viejo, se está vivo.