Facebook nuestro de cada día
Esta es una red social que va sumando su importancia, tanto que casi reemplaza a la comunicación humana real y directa. Está en las mesas de negocios, en la de los comensales, en parques y calles. Una estadística elaborada por este blog descubrió que en un paseo miraflorino (de media hora), 100 personas al menos deslizaban sus dedos por su teléfono celular en alguna mesa, en alguna esquina, en alguna plaza.
Aquí van algunas instrucciones para usarlo y no morir en el intento:
1. El 90% de contactos o más no son tus amigos reales. Cualquier intromisión en un diálogo ajeno te hará sentir como cuando en una fiesta te cuelas en el círculo de una conversación entre extraños.
2. A más contacto mayor es la utilidad marginal decreciente. Lo sentirás cuando abunden las frases célebres y creas que tienes por contactos a Mandela, Gandhi o Paulo Coelho.
3. Tendrás seguidores amables, pero también espías desapasionados y acaso apasionados aunque a la sombra.
4. Podrás comparar el paso de los años en tu cuerpo con el que pasó por el amigo aquel. Creerás que por tí los años no hicieron su agosto, pero preocúpate, el espejo suele ser complaciente.
5. Conocerás de la vida feliz de decenas de felices contactados que ensayan un selfie con su Vodka Tonic en mano. No hay facebukero infeliz, al menos en vitrina…
6. …Salvo aquellos que asumen que el Facebook es el más amigable diván. Una pena compartida es menos atroz….hasta que te das cuenta que entre tus contactos están….
7. Si te borraron de una lista de amigos, piensa que de mejores fiestas te han botado. Algunos por limpieza rápida y negligente, otros porque te lo ganaste y otros sabe Dios por qué. Este último es un misterio que jamás podré desentrañar.
8. Apretarás el botón de expulsión alguna vez por premura y en otras deliberadamente y es cuando sabrás del deleite tortuoso de echar a alguien de tu casa. Puede ser una insolencia en red o un accidente en una relación personal. Créeme, siempre te arrepentirás. Nunca toques la puerta de aquel al que echaste de casa. Las reinvitaciones no funcionan en esta pantalla azul.
9. Vivirás aguardando el like. Cada uno tiene la sensación del gol, del triunfo de la aceptación. 100 likes son la plena realización, 50 son terapeúticos, 1 solo o nada es la confirmación de que el psicólogo te espera.
10. No aceptes la amistad de quien no postea nunca, tampoco la de quien se la vive etiquetando incautos, menos la de quien menudea en broncas. No vaya a ser que tu sala termine siendo un ring de “vale todo”.
11. La peor pesadilla de un habitué es que un malévolo día el sistema falle y todo los contenidos del Inbox se vuelquen sobre los infinitos muros de los infinitos usuarios sin que puedan borrar un ápice. Una gran muralla de secretos sin redención: el Apocalipsis.
Ahora bien ¿Me das un like?