Mil veces
Cuantas veces el destino nos coloca en situaciones de dolor, nos arrastra por el valle de la decepción y el olvido. Haciéndonos sentir tan indefensos entre el resto de los mortales, que van jugando con los naipes de la vida. No una, sino mil veces caemos en las garras del destino, las cuales implacables escriben historias que no queremos leer…
Tantas veces tantas
oscurecido el camino
abandonos que desgarran
silenciando el destino
No una
sino mil veces
golpeando el lomo perdido
no una
sino mil veces
Has de matarme nuevamente
con esos mil nombres
que solo el tiempo pone
a los estados dementes
Vacíos del destino
que mi mente no entiende
bajo el mismo dilema
que el alma atiende
No una
sino mil veces
sin importar el camino
regresando al delirio
mientras solo creces