No es un ladrón, es un inepto
La amargura es gigantesca y lógica. El partido estaba en el bolsillo y un horror del árbitro cambió la historia; sin embargo, en el análisis frío, hay dos aspectos que no debemos olvidar de este encuentro: antes de la jugada aciaga, Chang no había cobrado dos claros penales en el área de Llontop; el segundo, el más importante, es que el equipo sigue peleado con el buen fútbol. La aparición de Tomasevich en el once inicial parecía un ataque de terquedad de un técnico novato. Pero no fue así: la función de Guillermo fue cerrarle el paso a Advíncula, objetivo que consiguió pese a sus gruesas limitaciones. Su presencia en la cancha explicaba la idea inicial de Ñol: la ‘U’ salió a contener a Cristal, a amarrarlo, a hostigarlo, a cortar los circuitos entre la volante y la delantera. La tarea la cumplió casi a la perfección. Los celestes recién tuvieron un remate franco al arco a los 37′, a través de Lobatón, que contuvo Llontop. El problema de la crema empezaba cuando recuperaba la pelota: no sabía qué hacer con ella.
Polo hizo algo parecido que Tomasevich por su punta: cerrar a Yotún e impedir que se asociara con Ross. Pero con el balón hizo muy poco. No hizo una sola gambeta y cuando tuvo espacios prefirió no encarar. El peso del ataque recayó en el Chino Ximénez, quien se fabricó la más clara del primer tiempo: una media vuelta que hizo retumbar el travesaño de Delgado. Calcaterra funcionó a cuentagotas y Toño mantuvo intacto su promedio de errores de pase por partido (falla nueve de cada diez).
El trámite no varió en la primera etapa y solo cambia cuando Advíncula se gana torpemente una segunda amarilla, fabricada con inteligencia por Calcaterra.
El partido estaba para cualquiera cuando llegó el golazo de Ampuero. La ‘U’ se había ido hacia adelante sin ningún reparo y Cristal, aprovechando el buen pie y la velocidad de sus jugadores, apostó por jugar de contra.
PLANTEL CORTO
Las diferencias en el banco nunca fueron tan dramáticas como ayer: dueño de un plantel más amplio y de mayor riqueza técnica, Mosquera apostó por el fútbol con Mariño. Ñol, en cambio, si bien acertó al sacar a Toño (era evidente que Chang en cualquier momento iba a expulsarlo para compensar sus metidas de pata),se equivocó al enviar a Tunde -un fiasco redondo- y, sobre todo, al sacar a Calcaterra, en su afán de cerrar el partido cuando aún restaban 15 minutos de juego.
Me explico: El argentino no estaba jugando bien; empero, su presencia generaba preocupación cada vez que tenía la pelota. Cuando lo sustituye La Rosa, el mensaje a la banca celeste llegó claro: pese a que tengo un hombre más, ya no quiero atacarte, me voy a defender. Gonzales fue un platillo suave para Cazulo y compañía y Cristal se fue encima, encerrando al merengue en su campo.
En favor de Ñol, debo decir que uno miraba el banco y no encontraba a quién podría darle el encargo de entrar a la cancha para manejar la pelota con solvencia, rotarla y habilitar a los de arriba, de tal manera que los últimos minutos se jugasen en cancha contraria y no en la propia.
Calco casi perfecto de Juan Cominges por pisada y manera de jugar, Gonzales es un chico para mirar con atención. Sin embargo, luego de un inicio interesante, se fue diluyendo por su escasa experiencia para ponerse sobre el hombro un partido caliente.
Aunque parece haberse dicho todo, sobre Chang insistiré en un concepto: se equivocó para los dos. El empujón de Polo sobre Rengifo y la zancadilla de Ampuero a Lobatón fueron dos gruesos errores que acrecentó con el penal que le inventó a Galliquio. No es un ladrón, es un inepto.
Aqui pueden ver los ‘highlights’ de Chang
http://elcomercio.pe/deportes/1472658/noticia-video-ivan-chang-no-cobro-dos-penales-invento-uno-cristal-u
Espero sus comentarios, un abrazo para todos