Un bajón inevitable
Los últimos resultados del equipo no deben extrañar a nadie. Hace varias semanas que Universitario está lejos de jugar bien e incluso su última victoria -la goleada sobre Gálvez en el Monumental- la obtuvo pese a jugar uno de sus peores partidos de la temporada. Lo que estamos viendo es la expresión de un modelo agotado por diversos motivos: falta de figuras, escasa motivación y una manera de jugar que requiere una profunda revisión.Si a un plantel corto le quitas su valor más desequilibrante -Edison Flores- y lo refuerzas mal, el bajón es inevitable. Con Rainer lesionado y Polo pensando en Italia, Universitario pasó a depender de Calcaterra y el flaco, que es fino y pundonoroso pero está a años luz de ser un Gustavo Grondona, no pudo con el encargo. En realidad, hubiera sido difícil para cualquier jugador hacerlo, mas si a tu alrededor tienes compañeros capaces de devolverte desde un ladrillo hasta un andamio si quieres hacer una pared.
Arriba el cantar es el mismo: sin el ‘Chino’ Ximénez, la ‘U’ no existe. Aunque desaparece cuando sale del área, solito se las arregla para fabricar peligro o faltas potencialmente peligrosas. Camino, Chirinos, Baylón, Enahoro y el mismo Polo no le llegan a la punta de los talones al uruguayo, una de las grandes figuras de la temporada.
El medio es una lágrima. Toño debe estar jugando su peor temporada desde que se puso la crema por primera vez, La Rosa solo ofrece un racimo de limitaciones y el resto no ha tenido continuidad para ganar alguna esperanza.
Atrás se recuperó la seguridad en el arco con Llontop tras los altibajos de Cáceda y el fiasco del inglés. Los problemas están unos metros adelante: salvo Saco Vértiz, por los costados nadie ha logrado afirmarse en el puesto y en el medio, el gran llamado a sostener con su experiencia a los más chicos, John Galliquio, ha tenido partidos comparables al debut de cualquier novato del montón.
Que no se me malentienda: a este grupo le debemos agradecimiento eterno. Puso el pecho en el peor momento del club y consiguió lo que en un momento parecía imposible, salvarlo de la baja. Pero convengamos que fueron una alternativa de emergencia, que los jóvenes no pertenecen a ninguna generación de superdotados, que muchos probablemente nunca hubieran llegado a jugar en Primera, no por falta de oportunidades, sino por no dar la talla para la categoría.
Si a todo esto se le añade que el equipo perdió la vibración que mostró cuando luchaba por el gran objetivo -léase, no descender-, lo que vemos sobre el campo no debería causarnos ninguna sorpresa.
Mucho menos si, además, la forma de jugar que trata de imprimir Ñol no parece adecuarse a los jugadores que tiene a mano. Por momentos, el equipo luce cortado, lo que facilita los contragolpes contrarios; no hay verticalidad por las puntas, se abusa del centro y la imaginación de los atacantes se agota cuando pisan las cercanías del área rival.
Tampoco ayuda el ambiente alrededor del club: el hincha ha dejado de acompañar al equipo, la administración temporal ha tenido problemas para pagar sueldos y han aparecido versiones disparatadas sobre la campaña del próximo año. ¿Cómo es posible que se hable de hacer la pretemporada en Inglaterra si con las justas se pueden pagar los sueldos del plantel?
NO BAJAR LA CABEZA
Las posibilidades de alcanzar un cupo para la Sudamericana son mínimas tanto por el juego como por el fixture. Sin embargo, Universitario debe seguir luchando. Para ello necesita tranquilizarse, reconocer que no tiene mucho y tratar de potenciar lo poquito que tiene a favor.
En un torneo tan irregular como el nuestro, fue hasta cierto punto lógico dejarse apoderar del entusiasmo antes del inicio de la liguilla. La realidad nos ha dado un cachetazo muy fuerte. Tratemos de recuperar el entusiasmo de hace unos meses y sigamos peleando hasta el final.
Espero sus comentarios, un abrazo para todos.
ACTUALIZACIÓN (1-11-12)
En Huancayo se consumó otro desastre. Un partido mal planteado derivó en una derrota penosa frente a un rival tan ordenado como modesto. El 3-0 lapida cualquier esperanza de alcanzar un cupo a la Sudamericana. Equipo corto, escasa motivación y un técnico primerizo. El resultado del cóctel se ve en la tabla de posiciones, y puede ser peor. Lo mejor que puede pasarle a la ‘U’ en estos momentos es que termine el campeonato. Pero ya.