Cómo llega Universitario al debut ante León de Huánuco
Esta semana que se termina ha sido una de las peores para el fútbol peruano en años. A las estrepitosas goleadas que sufrieron la Selección Sub 20 y Alianza Lima en partidos oficiales, se sumó la agresión sufrida por jugadores blanquiazules a manos de barristas. En el interín, la ‘U’ eligió a su nuevo administrador –Raúl Leguía- en una accidentada junta de acreedores, historia que aún tiene muchos capítulos por contar ya que la elección ha sido impugnada y, al no haberse aprobado el plan de reestructuración, el club corre serio riesgo de entrar en liquidación.
Con todo esto, ¿quedan ánimos para ir al fútbol este fin de semana?
Cuando he planteado esta pregunta aquí o en alguna de las redes a las que está vinculada este blog (Facebook y Twitter), he leído respuestas del tipo: “el hincha es hincha”, “nada de eso interesa”, “hay que seguir al equipo en las buenas y en las malas” , etc.
Admiro que en estos tiempos tan difíciles existan personas que aún profesen este amor incondicional por sus clubes. Lo que lamento es que no reconozcan todo lo malo que hacen estos, y ellos mismos, para que quienes dejaron de ir a la cancha vuelvan a enamorarse del juego. El espectáculo sigue siendo pobre, las condiciones en que se realiza precarias y la inseguridad no disminuye. Es decir, se hace todo lo posible para que cada semana sigan yendo las 2.000 personas de siempre, mientras que a los que no van o solo lo hacen esporádicamente se les ‘bulea’ llamándolos ‘turistas’ o ‘tecleros’.
¿Hay ganas para ir a ver a la ‘U’ este domingo ante León?
Empecemos por lo positivo: es el equipo que rivales más poderosos ha tenido en la pretemporada. Salvo San Marcos de Chile, partido que solo se hizo por dinero, se ha jugado contra equipos exigentes como Emelec, Deportivo Cali e incluso River Plate. De paso, estos encuentros sirvieron para explicitar las distancias siderales que existen entre el juego que se practica fuera de nuestras fronteras y el de entrecasa (hasta el ‘supermelgar’ perdió en su presentación). Sin embargo, no hay un solo equipo en el medio cuyo nivel se asemeje, por ejemplo, a lo que mostraron los suplentes del Muñeco Gallardo.
SEVERO RECORTE
El despilfarro generado por Right Business generó un forado de 10 millones de soles, obligando a Fernando Bravo de Rueda a bailar con la más fea. La reducción de la planilla ha sido dolorosa para todos. Además de jugadores que prefirieron irse por dinero como Ruidíaz, los que se quedaron tuvieron que someterse a un severo recorte en sus sueldos.
El escuálido presupuesto a mano se ha visto reflejado en los refuerzos. A la fecha, ninguno ha demostrado serlo hasta el momento y no hay dinero a la vista para traer más (aunque al cierre de esta nota, existe una posibilidad de incorporar a Andy Polo).
Lo malo es que entre este nuevo equipo de Ibáñez y el que terminó el Clausura no parece haber diferencias. No queda claro a qué quiere jugar (¿posesión y presión? ¿a esperar al rival?) y persisten las falencias de funcionamiento (el trabajo de relevos defensivos por las bandas es muy pobre, en el medio se marca poco y arriba todo parece depender de un inspirado servicio de Grossmüller). Y sigue siendo un equipo muy cortito, sin alternativas confiables en la banca. A ello se añade un camarín que sufrió un severo cortocircuito tras la inesperada –y mal manejada- contratación de Raúl Fernández.
No obstante, nuevamente la mediocridad del medio le abre las puertas a un equipo corto y sin muchas luces para pelear un lugar de privilegio con los que asoman como favoritos (Melgar, Cristal, quizás Aurich).
Así llega la crema para este domingo.
Bonus track:
¿Ya saben cómo se juega el Descentralizado este año? Aquí tienen un tutorial