Haciendo Canyoning en Dalat, Vietnam
Hoy cumplo 4 meses en ruta, o lo que es también, 123 días de incontables aventuras.
Me tocó pasarlo en Dalat, un pueblito perdido en las montañas de Vietnam, que también es llamado Le Petit Paris, y tiene muy merecido su nombre ya que aparte del frío abrumador (a diferencia del balneario playero donde estuvimos antes, Mui Ne, a solo 4 horas de Dalat), la arquitectura y la geografía te hacen dudar si andas en la capital francesa, en los Alpes suizos o realmente sigues descubriendo Vietnam, un país que no deja de sorprenderme.
Para celebrar este aniversario fuimos con algunos compañeros del Dalat Family Hostel (recomendadísimo si quieres pasar días increíbles aquí, conocer un montón de gente, comer comida vietnamita casera, y sentirte como en casa con los dueños que son súper cariñosos y divertidos) a hacer Canyoning (o Barranquismo, en castellano).
¿Qué es eso? Pues todo tipo de deporte de aventura entre cataratas, jungla y demás. La principal actividad es el rappel pero para ponerle más diversión, imagínate hacerlo con una catarata gigante. Tengo que confesar que vencí (parte de) mis miedos, salté desde 7 metros a un río que colindaba con una cascada gigante, bajé por 2 rappels gigantes en el cual solo tienes que confiar en pisar bien y la cuerda que te sujeta.
Hemos nadado en ríos, nos hemos dejado llevar por la corriente, hemos escalado rocas, bajado por lianas, los más avezados bajaron haciendo rappel por 2 cataratas gigantes que de solo verlas me dieron demasiado miedo y no me atreví a hacerlas, y también se deslizaron de espaldas por unas piedras en el río, ¡alucinante!
Si bien no logré atreverme a hacer todo, hice mucho más de lo que pude imaginar al inicio, y creo que de eso se trata cada día que pasa en este gran viaje. De vencer tus miedos, de confiar más en ti misma, de atreverte a hacer cosas nuevas, de agradecer como gente extraña está ahí para ayudarte (como por ejemplo cuando ajustas en lanzarte o no al lago desde una gran altura, y vienen y te dicen: “nos lanzamos juntos”), de disfrutar la naturaleza un jueves que podrías estar en la oficina, pero que por aquella gran decisión que tomaste el año pasado y justamente comenzaste hace exactamente 4 meses, ahora la pasas con total adrenalina en un lugar hermoso en Vietnam, un lugar que jamás pensaste visitar, un lugar que después de haberte dado tanto, jamás olvidarás.
Felices 4 meses de incontables aventuras.
Que se vengan muchos más; igual de felices, igual de diferentes, igual de sorprendentes.