Madagascar de ensueño: Naturaleza pura
Desconecta. Escápate de la ciudad, del caos, de la monotonía, del ruido.
Prepárate para sumergirte en las junglas más frondosas. Para rodearte del silencio más profundo que jamás hayas tenido alrededor, para identificar sonidos nuevos como los del grito del lemúr. Sorprenderte mientras paseas entre los baobabs, tal vez los árboles más raros y altos que jamás hayas visto; y para terminar el día en playas infinitas con atardeceres que parecerán de película.
Desconecta. Pero se consciente que introducirte en un paraíso natural tan virgen y alucinante tendrá consecuencias.Querrás quedarte en este paraíso. Su tranquilidad y bienestar te atraparán. ¿Te atreves a adentrarte?
Madagascar puede sonar tan desconocido como lejano. Tal vez se te viene a la mente la película o una tierra a muchos kilómetros de casa, sin saber bien dónde queda o qué idioma hablan.
Siendo la isla más grande de África y la cuarta de mayor tamaño en el mundo, este país tiene una riqueza natural sorprendente, llena de flora y fauna que es única de esta región, una mezcla de población de raíces indonesias y posteriormente africanas, junto con un legado francés debido a que se independizó de este país hace poco menos de 60 años. Definitivamente, la gran isla roja tiene mucho que enseñarte.
Explora
Despiértate rodeado de verde allá por donde mires. Un desayuno contundente para llenarte de energía, pero no tan pesado como para que nos permita realizar un trekking de algunas horas por el inmenso Parque Nacional de Andasibe.
Y es que hoy jugamos a ser exploradores. Nos ponemos ropa cómoda, unos prismáticos y la cámara que no puede faltar. Hoy nos adentramos a buscar lémures, un primate único de Madagascar.
Hay que estar atentos, porque son rápidos. Los puedes ver en lo alto de las ramas saltando de un lugar a otro. Son silenciosos, hasta que deciden comunicarse entre ellos, entonces emitirán un característico sonido que puede llegar a escucharse a varios kilómetros de distancia. Sonreirás. Esa sensación de poder verlos en su propio hábitat, a estos pequeños peludos y saltarines, que lamentablemente están en peligro de extinción.
Cruzarás miradas. Y es que esos ojos brillosos te cautivarán. No te preocupes, no son peligrosos, solo quédate quieto, y observa. Disfruta el momento.
Descubre
¿Quién no es fan de El Principito? ¿Quién no recuerda el planeta de este pequeño personaje que tenía árboles gigantes? Pues Saint-Exupéry se inspiró en los baobabs de Madagascar, también llamados arboles botella, los cuales pueden llegar a vivir unos 3,000 años.
Sentirás que estás en otro planeta mientras los recorres. Sí, tal vez en el planeta de El Principito, y es que el tamaño y la forma de estos árboles te dejarán boquiabierto. Todavía existe algo de desconocimiento sobre ellos, ya que no se sabe bien si las raíces están en la parte superior (lo que vemos como ramas) o bajo tierra.
Lo que sí se sabe es que cuando empieza a caer el sol, tendrás que relajarte, guardar silencio y mirar el horizonte. Los atardeceres en Morondava, con una decena de baobabs a tu alrededor y el cielo amarillento-anaranjado a punto de estallar, será de esos momentos que jamás podrás borrar de tu retina.
Relaja
Caminatas, aventura, excursiones… Madagascar te llena de adrenalina, saca tu lado más explorador y te hace amar la naturaleza más de lo que ya lo hacías.
Y para culminar un gran viaje, nada mejor que relajarte frente al mar. La gran isla roja goza de diversas playas que te harán descansar de esos días agitados.
Tumbarte en la arena de Salary Bay, escuchar el susurro del mar. Ver niños malgaches jugando, tan inocentes, tan sonrientes. Observar a los pescadores disfrutar su labor. Escuchar a lo lejos como unos hombres tocan la valiha, el instrumento típico de Madagascar. y tú, a miles de kilómetros de distancia de casa, solo puedes agradecer por disfrutar los últimos momentos de tan magnifica experiencia.
Y es que Madagascar te atrapa. Rodearte de tanta pureza hace que no quieras regresar a casa. Te hace darte cuenta que la naturaleza es sabia, te escucha, te habla. Te faltarán los días para contarle a tus amigos todo lo que viviste, pensando que las palabras no son suficientes para transmitir lo vivido.
Madagascar será, sin duda, esa experiencia que ocupará un gran espacio en tu mente, pero sobre todo, en tu corazón.