¿Podemos celebrar el Día Internacional de la Concienciación sobre el ruido?

Hoy se celebra en diversas partes del mundo el Día Internacional de la Concienciación sobre el ruido. La jornada central se celebra incluso con 1 minuto de silencio para recordar la importancia de preservar la salud humana en grandes ciudades donde el ruido ambiental comienza a dejar secuelas entre las personas. Lima es una ciudad bulliciosa y a pesar de ello ninguna autoridad toma la iniciativa para emprender una cruzada de reflexión. Eso revela la falta de control en el tema a pesar de la existencia de una norma que sí sanciona los ruidos nocivos. Gran parte de la responsabilidad recae en los conductores de vehículos particulares y públicos.Todos los estudios confirman que el ruido más agresivo y dañino viene de este sector. Desde 1986 existe una ordenanza sobre ruidos nocivos que pocos municipios se atreven a hacerla cumplir. Chorrillos es un gran ejemplo. Esta mañana llamé por teléfono a la central 467-0667 a indagar por el área responsable de hacer cumplir la ordenanza 015 aprobada por el Municipio de Lima. Fui derivado paulatinamente a cinco anexos diferentes y al final acabé en la oficina de Defensa Civil (anexo 232/241-Srta. Elena Carejos). Obviamente allí nadie atendió mi llamada.En pocas palabras, fui literalmente “paseado” por los funcionarios de Chorrillos. ¿Se interesará el alcalde en el tema? No lo sabemos porque hablar con él resulta complicado. A sus vecinos suele citarlos a las 5 a.m. para atender asuntos públicos. En fin, es su estilo y a pesar de eso la gente sigue reeligiéndolo. Ahora queremos saber si en su distrito las autoridades tienen conciencia del problema. Haga la prueba y escríbanos. Llámelos y pregunte qué hacen ellos por controlar los ruidos nocivos. Los testimonios y comentarios más interesantes serán publicados por nosotros en el Diario. A ver si así despertamos la sensibilidad de nuestras autoridades. Son las únicas capaces de hacer cumplir una norma que sancionan a los fomentan la bulla.

Juan Carlos Luján