ENTREVISTA: “Las centrales nucleares con poca vigilancia ofrecen mayor riesgo al mundo”
El doctor Agustín Zuñiga Gamarra es un experto en el tema de energía nuclear. Actualmente es jefe del Departamento de Cálculo, Análisis y Seguridad del Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN). Tiene un doctorado en Física en la Universidad Estadual de Campinas, en Brasil, y realizó sus estudios de pregrado en la Universidad Nacional de Ingeniería. En esta entrevista -realizada por Sandro Medina Tovar- se refiere a la importancia del tema de seguridad de las centrales nucleares así como los peligros a lo que estomas expuesto cuando una central no están bajo observación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
¿Los centros nucleares en el mundo están protegidos contra un ataque externo o hasta informático?
Todos los reactores del mundo central bajo observación, tienen una construcción donde se les obliga a que estén debajo de un contenedor que puede soportar un impacto como de un avión o un misil, de forma que no podría rápidamente ingresarse con proyectiles de poca o mediana potencia. En el caso de la informática, estas centrales no pueden ser manipuladas desde fuera porque el acceso a la central se hace manualmente. Solo así se puede acceder al sistema, impidiendo cualquier intromisión al reactor.
¿Dónde están situadas estas centrales?
Básicamente están en Occidente, y en todas partes que tengan la revisión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Son pocos los que tienen inspección nula, como era antes en la ex URSS. Pero hoy en día en Rusia la situación es diferente. Ahora sólo teníamos a Corea, aunque recientemente ha sido supervisada. Quiero decir que todos los países que tengan poco acceso a la vigilancia son los que ofrecen mayor riesgo o peligro al mundo.
Al paso de varias décadas, ¿aprendimos las lecciones que nos dejó Chernobill?
Ese accidente fue básicamente un error humano, en tanto no hubo una dedicación (o exigencia) fuerte del órgano regulador. La labor principal de este regulador es vigilar si tiene o no las construcciones debidas.
¿Y en el caso de Fukushima, en Japón?
Aquí el regulador no fue muy exigente. La institución que supervisaba esta planta pertenecía al mismo ministerio que gerenciaba las centrales. Ahora están separados. La solución es la independencia del ente regulador y del ente explotador del reactor de la central. Es la exigencia número uno. Otra lección que debemos tomar nota es que todas las centrales deben ser independiente de ser operado con energía eléctrica. A este tipo de sistema de seguridad se les llama pasivos. Al margen que se corte o no la energía, el sistema debe estar seguro con otros mecanismos. De ahora en adelante todos los reactores van a tenerlo. Una tercera enseñanza es que ahora hay una aproximación a todas las guías y procedimientos del OIEA sobre un buen emplazamiento de los reactores y de una buena explotación del reactor.
Ahora que mencionó el caso japonés, hubo efectos en el medio ambiente…
Nosotros decimos que están muy por debajo de los límites de contaminación; sin embargo, algunos estudios señalan que existen residuos en las plantas, en el suelo. Y que se había filtrado a la comida de los animales. Como las mariposas que fueron estudiadas hace poco en otro país y que al parecer habían sido afectadas. En lo concerniente, a productos marinos y lácteos están por debajo de lo permitido.
¿Qué sustancia o emisiones radioactivas se emiten cuando hay un accidente en una planta nuclear?
Eso se llama producto de fisión. Ello está en función a su tiempo de vida. Los más prolongados casos de cese tiene 30 años, pero hay productos de fisión que duran miles de años como el plutonio, cuya actividad es baja, pero larga. Los de gran actividad, felizmente son cortos. Hay un grupo como el yodo que es el más peligroso al momento del accidente.
¿Es más peligroso el yodo?
Por supuesto, aparece fuertemente y se va rápido. Por eso se desplaza a la gente. Por eso a las personas se les dan pastillas y así evitar que se esparza a los órganos afectados (como la tiroides). Hay otros de periodos largos como el plutonio cuya curva con el tiempo va decreciendo. En suma, los materiales más peligrosos y conocidos son el yodo, el cesio y el plutonio.
¿Estos centros nucleares deberían ser construidos fuera de las grandes ciudades?
No siempre, pero sí deben estar protegidas por los organismos que vigilan la energía atómica. Estos organismos te obligan a que en un perímetro a la redonda no existan una determina cantidad de casas, pero siempre el monitoreo adecuado evita que se escape la radiación. Una planta está segura cuando toda su radiación queda dentro de su instalación, aún en un probable accidente.
¿Se está tomando en cuenta este tipo de recomendación?
Las construcciones ya se estaban haciendo con estas ideas. Mira Fukushima, su planta es de 1967, construida con una tecnología de hace 40 años. Las de ahora se construyen con tecnología del 2000. Ahora se viene un reactor de cuarta generación. Son los llamados de ciclo combustible cerrado. En la que se minimiza el desecho radioactivo que se genera del uso del combustible.
¿Dónde se encuentra el torio?
Está disperso en varias partes del mundo, al igual que el uranio, no como el petróleo que está concentrado en el Mediterráneo. Y luego estamos asustados cuando hay guerra ahí y no llega el combustible, en cambio, el uranio está en todo el mundo. Esa es una ventaja para la energía nuclear. Y mucho más y mejor distribuido está el torio. Y no te olvides que estamos hablando de fisión (que es partir el núcleo de uranio). Otra cosa es hablar de fusión, a futuro los combustibles vendrían también por el lado de la fusión que es el sueño de toda la física nuclear.