Que el correo de ese banco no te engañe
El phishing es una técnica de estafa vía Internet para obtener información confidencial de forma fraudulenta. Para eso, los ciberdelincuentes se hacen pasar por una entidad bancaria a través de una comunicación, aparentemente oficial. En nuestro país, lo común es que estos fraudes se hagan a través del correo electrónico.
Así, puedes recibir un mensaje en el que una entidad bancaria (que si los delincuentes tienen suerte es aquella en la que tienes una cuenta) te advierte de un problema de seguridad y te pide una actualización de tus datos. Para ello, te solicitarán hacer clic en el enlace que amablemente adjuntan en el mensaje del correo electrónico.
Pero lo que debes tener siempre en cuenta es que EL BANCO NUNCA TE PEDIRÁ TUS DATOS POR E-MAIL NI MENOS QUE HAGAS CLIC EN ALGÚN ENLACE.
La indicación siempre será que visites la página web de la entidad financiera, pero la manera más segura de hacerlo es digitando tú mismo la dirección en tu navegador web.
¿De qué otra manera te puedes proteger? Evitando usar programas antivirus y de seguridad en línea piratas y manteniéndolos al día en sus actualizaciones de bases de datos. Existen programas como el más reciente de Kaspersky que ofrece funciones específicas para transacciones financieras en línea. Una de ellas colorea de verde los contornos de la ventana del navegador para que sepas que estás visitando un sitio seguro.
Todavía hay mucha gente que dice “yo con estas cosas me mareo, porque no conozco mucho de tecnología”. Esa ya no es una excusa. La tecnología está tan instalada en la sociedad que darle la espalda es como negarse a leer y a escribir.