¿Y tú sigues usando tu cámara digital?
No quiero que me malinterpreten. Me encanta la fotografía y le tengo una envidia sana a todos mis amigos que son profesionales en este campo o a los que tienen la habilidad natural de capturar una imagen en el momento preciso. Me refiero al final para las cámaras pequeñas, compactas, de bolsillo, las ‘point and shoot’ que son tan populares entre los turistas.
Hace poco más de un mes estuve de comisión fuera del país y tuve como herramientas de trabajo una cámara fotográfica semiprofesional y un smartphone de alta gama. Aunque con el primer aparato logré unas imágenes preciosas, el segundo fue más sencillo de usar y ofreció un resultado muy similar al de la cámara en cuestión.
En los últimos días he estado de vacaciones y compré una cámara de lente fijo, de interesantes especificaciones y precio. Sin embargo, se quedó guardada en mi mochila, pues me fue más fácil sacar otro smartphone de alta gama (que estoy probando ahora, de otra marca) para poder capturar bonitos recuerdos, aplicarle animaciones o filtros, y respaldarlos automáticamente en la nube o compartirlos con otras personas.
Los teléfonos inteligentes cada vez tienen mejores cámaras traseras, con mejores sensores y mayor posibilidad de control manual de sus funciones. Es verdad que el precio de muchos de estos dispositivos sigue siendo alto, pero una gran cantidad de personas consideran hacer esta inversión con tal de llevar a casa un aparato multiuso que pueda tomar fotos muy buenas y de manera muy sencilla.
Quizás las cámaras fotográficas queden solo para aquellos que se quieran dedicar de manera profesional a este campo.
¿Estás de acuerdo conmigo?