El atentado en Manchester, los medios y las redes sociales
Puede que no suene muy bien, pero todo somos conscientes de que es lo que pasa. Cuando hay un hecho de coyuntura que concita la atención, los medios de comunicación tratamos de aprovecharlo de estas dos maneras: primero, brindando toda la información relevante posible sobre el hecho [cumpliendo con nuestra función social]; y segundo, tratando de atraer a la mayor cantidad de audiencia que la competencia [atendiendo al aspecto del negocio]. Con el uso de las redes sociales como principal herramienta de comunicación, cometemos muchos errores. Pero, estos se agravan cuando no sabemos corregir la situación de manera adecuada.
Esta reflexión larga viene tras un tuit que encontré del argentino Tomás Balmaceda (@CapitanIntriga, al que por cierto, recomiendo seguir).
Imaginemos por un instante qué pasó por las cabezas del editor, redactor y CM de @telva cuando creyeron que esto estaba bien pic.twitter.com/134UGx292E
— Tomás Balmaceda (@capitanintriga) 23 de mayo de 2017
¿Qué sucedió? Como hemos hecho muchos medios, la revista española “Telva” intentó generar información atractiva a partir del terrible atentado ocurrido en Manchester (durante un concierto de Ariana Grande en el que fallecieron varias personas, entre ellos muchos niños). El error fue que del tono trágico del hecho quisieron dirigir la atención a información mucho más frívola, como pueden apreciar a continuación…
Como era de esperarse, muchos levantaron su voz de protesta y, como era también lógico, el medio decidió borrar el tuit y reemplazarlo por una disculpa que fijó en su perfil de Twitter, plataforma en donde todo el lío se había armado.
Pero quizás lo más lamentable de todo esto es que luego, cualquier usuario podía confirmar de que el tuit con las disculpas se había programado con un ‘bot’, de manera que cada vez que se hiciera referencia al tema se disparara la respuesta de manera automática.
Todos, absolutamente todos nos equivocamos. Y nuestros errores [me refiero a quienes trabajamos para un medio de comunicación] son mucho más evidentes aún, por el alcance y la relevancia que tienen en la comunicación diaria. Muchos de nuestros usuarios [público, audiencia, o como quieran llamarlos] siempre estarán atentos para marcarnos –sobre todo- nuestros fallos. Es entonces que debemos adoptar medidas correctivas, que pueden ir –dependiendo de lo que decida cada medio- desde la eliminación del mensaje, hasta el ofrecimiento de disculpas por el malentendido.
Pero si estas disculpas se van a publicar de manera automatizada, repitiendo incesantemente el mismo mensaje una y otra vez, solo deja la impresión de que esas disculpas no han sido sinceras, sino más bien algo que debían “hacer” para minimizar los daños a su imagen. ¿No creen ustedes que una acción como esta mella tanto al medio como cuando publica una información no verificada?
Aunque ya son más de 20 años de Internet pública, no cabe dudas que seguimos aprendiendo día a día cómo aprovechar esta plataforma tecnológica.