Uno de los mejores restaurantes de comida fusión en Buenos Aires es peruano
La noche, esa dimensión misteriosa y acogedora del tiempo, nos observaba por las calles de Buenos Aires. Exactamente en la intersección de las avenidas Soler y Bonpland, una moderna construcción de estilo oriental nos detuvo. Inequívocamente habíamos llegado.
En esta zona del lujoso barrio de Palermo se encuentran buena parte de los restaurantes más importantes de la capital porteña. Es aquí donde cinco años atrás un grupo de jóvenes empresarios peruanos decidieron empezar una aventura y colonizar el paladar de los bonaerenses abriendo la primera sucursal internacional de Osaka, restaurante de comida fusión peruano-oriental que ya había obtenido un enorme reconocimiento en Lima.
EN EL RESTAURANTE
La primera impresión es alentadora. Un ambiente sobrio y bien equilibrado acoge a los visitantes de Osaka, quienes previamente tuvieron que realizar una reserva ya que es la única forma de asegurarse una mesa debido a la alta demanda que tiene el restaurante.
“Uno de los aspectos esenciales de Osaka es el diseño porque cada público es distinto, tiene sus propios gustos. En el caso de Buenos Aires adaptamos el espacio hacia un estilo más moderno y relajado, pero manteniendo la personalidad del restaurante. La idea es que el cliente disfrute no solo la comida sino que se sienta a gusto en el ambiente que le ofrecemos”, nos comenta Diego de la Puente, uno de los artífices de este proyecto.
Luego de pasar revista a los cocteles de la casa y encumbrar el ánimo con un macerado de maíz morado, la carta de platos se abrió para la imaginación. Dando un paso más allá de los típicos rolls, sushi o tempuras, se puede disfrutar de mixturas como el Misoudado (sudado de mero peruano con miso y curry), los Maguro Ribbs (medallones de atún rojo con puré de papa amarilla, salsa de nabo rayado y vinagre de arroz) o los solicitados tiraditos y cebiches con cortes de pescado al modo japonés, mezclados con salsas especiales que permiten disfrutarlos también de noche. Como dice Diego, “la excusa es lo oriental, pero la esencia es la fusión con lo peruano”.
SOBRE LA EXPERIENCIA
Asistir aquella noche a Osaka fue como participar de un ritual. Sin exagerar en la alegoría, la delicadeza de los detalles orientales, la correcta atención del personal (vestido con trajes tradicionales de Japón), la esmerada presentación de los platos y el candor de sus comensales configuraban una ceremonia colectiva para los sentidos.
“No es fácil encontrar en Buenos Aires un restaurante que tenga la calidad de la cocina limeña. En los últimos cinco años han aparecido cinco o cuatro restaurantes (de comida fusión), sin embargo Osaka es el que lidera el paladar de los porteños”, nos explicaba un argentino mientras bebía un pisco sour.
EL RECONOCIMIENTO
Comer en Osaka no es barato, y esta suele ser la crítica más generalizada sobre el restaurante. Sin embargo, cualquier inversión siempre estará asegurada. Las guías gastronómicas más importantes de Buenos Aires han colocado a Osaka en el peldaño más alto: Para la guía Óleo es hoy en día el mejor restaurante de comida fusión en toda la capital argentina gracias a su espíritu emprendedor y al enorme aporte de la cocina peruana.
Antes de despedirnos, Diego nos comenta que acaban de abrir en Chile y en unos meses atacarán México. Una aventura que casi parece una gesta emancipadora.