¿Qué son mantras y por qué cantarlos?
Para hablar de mantras, hay que hablar un poquitín del sánscrito (el idioma en el que están escritos). Aunque sea difícil se creer -para mí, sorprendente-, cada letra sánscrita tiene una frecuencia específica. Es decir, cada palabra que dices en sánscrito está hecha para mandar una vibración al cuerpo; la vibración tiene un efecto sanador.
No lo estoy inventando. Está comprobado por letras, números, ciencias, creyentes y no creyentes. Por eso es que la pronunciación es tan importante, pues cada palabra es un sonido que el cuerpo capta. No hay que ir muy lejos para creer en el poder que tienen las palabras: si le hablas mal a una manzana, esta se pudre; si es que no, no. Es un experimento que se enseña desde hace poco en algunos colegios (Por fin!)
Pero ¿qué es un mantra? Para empezar, estos no tiene nada que ver con “una religión específica”, sino con el núcleo de todas las que existen: invocar amor incondicional y compasión.
Pero según me explicó mi profesor de Yoga, un mantra puede ser interpretado como protección, como sugestión o como información. Los mantras, entonces, generan energía y calman la mente. Estos se pueden cantar (mejor aún) o se pueden recitar en voz alta o internamente.
Om es uno de ellos. Om es el sonido del universo, y es el mantra supremo. De hecho, del “Om” parte el Así Sea: “Amén”.
Om Mani Padme Hum, es uno de los más “famosos” y tiene como intención generar compasión hacia todos los seres en el mundo.
El Gayatri Mantra es uno de mis favoritos, pues este le “da energía a tu energía”, destruye karmas pasados y busca la luz en tu vida. Si quieres escucharlo, dale click aquí.
Y el Ganapathi Mantra (Om Gum Ganapataye Namah), también es hermoso: El es que remueve los obstáculos que se nos presentan.
Namasté