La pandemia del COVID-19 ha golpeado a todos los establecimientos de salud, y la clínica Ricardo Palma no ha sido la excepción. Sin embargo, la empresa prevé cerrar el 2021 de mejor manera que el 2020 gracias a un nuevo enfoque, centrado en el crecimiento de sus servicios no presenciales y la ‘experiencia del paciente’. “La mejor experiencia de nuestros pacientes va a determinar el futuro de la clínica”, anota Antonio Feria, flamante gerente general.
—¿Cómo ha afectado la pandemia de COVID-19 a la Clínica Ricardo Palma?
A todos nos afectó. Y nos afectó negativamente porque no pudimos alcanzar el objetivo que teníamos para el 2020, con una caída de facturación de mas del 12%. Y una caída del EBIDTA en torno al 8% sobre lo que habíamos presupuestado. Y tuvo que ver con el aislamiento social obligatorio que cortó toda actividad que no fuera urgente. Y otro punto importante fue el miedo de los pacientes a acudir a las clínicas.
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—¿Cuánto significó esa caída en números?
La actividad cayó y afectó la actividad económica. La actividad [del servicio] global de la clínica cayó el año pasado en aproximadamente 36% con respecto al año anterior. Actualmente estamos en una caída del 15%.
—¿En lo que va del año?
Si. Y, sin duda, lo que más ha sufrido han sido las urgencias médicas. El año pasado llegamos a tener una caída del 45%, y en lo que llevamos del año la caída es de 30%, sobre todo, en urgencias pediátricas.
“La actividad [del servicio] global de la clínica cayó el año pasado en aproximadamente 36% con respecto al año anterior”
—¿Qué esperan al cierre del 2021?
Esperamos que sea mejor. Tenemos la esperanza de cerrar el año de mejor manera. Con el plan de vacunación que se está siguiendo a nivel mundial esperamos poder retomar actividades normales poco a poco. Sino como antes de la pandemia, casi como antes.
—¿Este mismo impacto económico lo han sentido las otras clínicas del grupo?
Sí. Igual ocurrió con nuestras clínicas del Grupo Quirónsalud (aliado estratégico de Ricardo Palma) en España, donde estamos saliendo de la tercera ola de COVID-19.
—¿Tercera ola?
Tuvimos una primera ola, que coincidió con la declaración de la pandemia de COVID-19 a mediados de marzo del 2020. Luego tuvimos una segunda ola en agosto y setiembre. Y ahora estamos saliendo de una tercera. Pero, con las medidas que hemos tomado, estamos haciendo que nuestros hospitales sean sitios seguros. E igual ocurre con Ricardo Palma, que ha sido certificada como clínica que cumple con todos los requisitos para evitar los contagios de nuestros pacientes.
—¿Cuántos pacientes de COVID-19 atienden en la clínica?
Eso tiene que ver con la disponibilidad para adaptar nuestras instalaciones y el personal. En la actualidad, disponemos de 40 camas de cuidados intensivos (UCI), de las cuales 29 están destinadas a atender casos de COVID-19. Es decir, el 72%. Antes no teníamos ese número.
—¿Cuántas camas UCI tenían?
Teníamos 15 camas camas UCI, pero las hemos ampliado a 40. No se trata solo de implementar camas UCI. Tener más, implica aumentar los respiradores y potenciar el número de intensivistas, enfermeras y técnicos de enfermería. Eso significa un trabajo inmenso. Por ello, mis primeras palabras al asumir la gerencia general fueron de reconocimiento [para los colaboradores] porque ha sido un modelo de valor y liderazgo para afrontar la pandemia.
—Usted ha accedido a la gerencia en plena segunda ola de COVID-19. ¿Cuáles son sus planes para la clínica?
Vengo directamente de gerenciar hospitales para el Grupo Quirón en España y mi objetivo es desarrollar las grandes líneas estratégicas del grupo.
—¿Cuáles son esas líneas estratégicas?
Básicamente, son tres pilares. El primero es la transformación digital, que se ha acelerado con la pandemia. Esa transformación tiene que ver con innovación tecnológica, y ahora estamos inmersos en su puesta en marcha.
—¿No se trata solo de teleconsultas?
La teleconsulta ha sido un instrumento de contacto muy importante con nuestros pacientes. De hecho, este servicio representa ahora el 18% de las consultas totales. Pero nuestra transformación digital es más que eso; es un proyecto (Casiopea 3) que va a simplificar nuestros procesos administrativos y mejorar los procesos asistenciales. Va a permitir hablar de servicios no presenciales, más allá de la teleconsulta.
—¿Cuándo piensan implementar el proyecto?
En abril empezaremos las primeras pruebas en hospitalización y emergencia. Pero esa es solo una línea estratégica. Otra es la experiencia del paciente. La mejor experiencia de nuestros pacientes va a determinar el futuro de la clínica.
—¿Y la tercera línea estratégica?
La tercera son las personas. Tenemos que potenciar la incorporación de personal con prestigio y 100% comprometido con nosotros para que se entienda que la Clínica Ricardo Palma es el mejor lugar para trabajar.
—¿Esta estrategia la aplicarán en todas las clínicas del grupo?
Estas líneas estratégicas emanan de la alta dirección de Quirónsalud y son aplicables a cualquier hospital y clínica del grupo, tanto en España como en el Perú y Colombia. Pero, aparte, tengo más objetivos.
—¿Cuáles son esos objetivos?
Por ejemplo, el desarrollo de las especialidades médico-quirúrgicas y seguir liderando el ranking como la primera institución privada del sector salud en el Perú. También mejorar nuestro posicionamiento en Latinoamérica y mantener un esfuerzo inversor.
—¿Cuánto piensan invertir este año?
Este año esperamos invertir en torno a los US$3 millones.
—La digitalización será una inversión. ¿Cuáles son las otras?
Casipea 3 es una de las inversiones pero, además, hay inversiones en equipamiento biomédico y construcción de infraestructura. Vamos a reestructurar los ambientes de consulta. Todo medido por la coyuntura económica. Será una inversión del grupo porque la clínica no ha alcanzado los objetivos presupuestados. La inversión es lo único que va a hacernos avanzar.
—¿Y en Perú han pensado en ampliarse?
Eso siempre está dentro del master plan de nuestra alta dirección. Y en Perú nuestro master plan contempla crecimiento, que puede ser en base a adquisiciones, si el mercado lo permite. O nueva construcción. Y puede ser en Lima o en alguna otra ciudad estratégica. El COVID-19 ha retrasado muchos planes, pero nunca vamos a cancelar o suspender esa intención.
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