Participar en el Summit 2024 de Día1 fue inspirador y aterrador. Por un lado, tener un asiento en primera fila, escuchando a expositores de gran nivel, y tener acceso a entender las variables que pintan el futuro de nuestro país, es revelador. Por otro, saber que el 67% de las personas se quieren ir del Perú, que hay un factor de suerte que impacta en la elección correcta de nuestro próximo gobernante, o que hemos caído en el círculo vicioso de una “permacrisis”, asusta sin duda.
Me quedo con la necesidad de construir juntos una estrategia de soluciones multilaterales para un mejor futuro. Los temas clave son educación, consenso, cambio de la matriz energética hacia soluciones limpias, fortalecimiento de valores personales y un pacto a futuro que comprometa en esta causa a los mejores seres humanos de gran capacidad profesional.
Participar en un día tan productivo genera una importante oportunidad para colocarnos en un mejor futuro, como protagonistas de un cambio positivo y necesario.
Nos toca, entonces, acelerar todos los esfuerzos posibles para traer a la realidad y concretar rápidamente acciones positivas que respondan a nuevas oportunidades y recientes tendencias de mercado.
Traigo a colación uno de los modelos estratégicos más exitosos a mi parecer, las 5 W (por sus siglas en inglés). Este modelo es ampliamente utilizado en el sector privado, en el mundo corporativo, pero muy pocas veces es aplicado en plataformas públicas o en la visión de país.
La estrategia implica entender en orden las siguientes variables: ¿qué queremos lograr? ¿por qué tenemos este objetivo? ¿quiénes vamos a llevar a cabo la misión? ¿cómo será realizada? ¿cuándo se llevará a cabo?
Esta gestión de futuro con valores de alto nivel, tiene como elemento clave a la empatía. Es necesaria una visión humanista que coloque a las personas como el centro de todo, entendiendo que no podemos permitirnos como país estos niveles de pobreza extrema en los que nos encontramos. Esta decadencia nos vuelve vulnerables, ya que impacta en el hambre del presente pero también en los conocimientos y el trabajo del futuro, ya que la disminución cognitiva es evidente e irrecuperable.
Queda claro que el entorno no es nada fácil, pero no es la primera vez. Sino que lo digan los conflictos sociales, la crisis sanitaria, el desempleo y subempleo, las emisiones globales, la falta de seguridad, de ciber-seguridad. Frente a esta calamidad, la tarea titánica implica, en primer lugar, recuperar la confianza.
La solución podría estar en las famosas cuerdas separadas, que a estas alturas dejan un abismo infinito entre cuerda y cuerda, o finalmente establecer una agenda común para nuestro querido Perú.