Las cifras constatan que China, pese a seguir creciendo a un nivel todavía alto, está inmersa en un proceso decreciente por los efectos de la guerra comercial con Estados Unidos. (Foto: Giulia Marchi/Bloomberg)
Las cifras constatan que China, pese a seguir creciendo a un nivel todavía alto, está inmersa en un proceso decreciente por los efectos de la guerra comercial con Estados Unidos. (Foto: Giulia Marchi/Bloomberg)
/ Giulia Marchi
Agencia EFE

redujo su crecimiento durante el tercer trimestre del año (entre julio y setiembre) y su producto bruto interno (PBI) aumentó un 6% interanual, datos que dejan entrever la ralentización de su economía y unas mayores presiones a la baja.

La tasa es la peor cifra trimestral desde marzo de 1992 -cuando se comenzaron a registrar oficialmente estos datos-. Asimismo, el crecimiento se ralentizó con respecto al 6,4% y 6,2% registrados en el primer y el segundo trimestre de este año, algo previsto por los analistas, que sin embargo pronosticaban que la desaceleración fuera algo menor, de un 6,1% para este periodo.

Los datos, divulgados este viernes por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), muestran que el PBI chino acumuló un crecimiento del 6,2% interanual durante los tres primeros trimestres del año, hasta alcanzar 69,78 billones de yuanes (alrededor de US$9,8 billones).

Las cifras constatan que China, pese a seguir creciendo a un nivel todavía alto, está inmersa en un proceso decreciente por los efectos de la con Estados Unidos y otros factores como una menor demanda interna por las medidas para reducir la deuda.

Sin embargo, los datos están todavía en línea con la línea del objetivo marcado por Beijing para este año, que en lugar de ser una cifra fija como en anteriores ocasiones se estableció en una horquilla de entre un 6 y un 6.5% como objetivo de crecimiento.

Otro dato destacado divulgado hoy es la producción industrial, que aumentó un 5,6% interanual en los tres primeros trimestres de 2019, un crecimiento un 0,8% menor que el registrado en el mismo periodo del año anterior.

Según indicó hoy en rueda de prensa el portavoz de la ONE, Mao Shengyong, las cifras indican que la economía ha seguido creciendo en un rango "generalmente estable" y que la estructura económica se está "optimizando constantemente".

Pese a los ajustes estructurales y las presiones bajistas, China "seguirá inquebrantable" en la profundización de sus políticas de reforma y apertura, y tratará de estabilizar áreas como el empleo, el sector financiero, el comercio exterior y la inversión, añadió.

“Pero debemos ver que la situación doméstica e internacional es todavía complicada, grave. El crecimiento global sigue a la baja y hay incertidumbres externas a la vista”, advirtió Mao.

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