Jorge Paredes Laos

Pisco, 21 de octubre de 1820. Ese día José de San Martín anunció la creación de la bandera a una nación todavía inexistente: “Se adoptará por bandera nacional del país —decía el decreto— una seda, o lienzo, de ocho pies de largo, y seis de ancho, dividida por líneas diagonales en cuatro campos, blancos los de los extremos superior e inferior, y encarnados los laterales; con una corona de laurel ovalada, y dentro de ella un Sol, saliendo por detrás de sierras escarpadas que se elevan sobre un mar tranquilo”.