La crianza compartida no debe ser vista como una competencia.
La crianza compartida no debe ser vista como una competencia.
Isabella Jugo Escate

Durante el año 2023, según la información brindada por la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp), se registraron 9.309 lo cual muestra una notable tendencia de aumento en las disoluciones matrimoniales dentro del Perú. Evidentemente, la ruptura amorosa genera múltiples cambios en el universo emocional de cada persona, pero también afecta la vida de quienes están a su alrededor, como los hijos, sobre todo cuando aún son menores de edad. Por lo tanto, en esta ocasión, conversamos con dos psicólogos expertos para conocer la importancia de la crianza compartida armoniosa entre padres que se han separado y aún tienen que verse frecuentemente para acompañar a su hijo/a en su desarrollo.

“Si tú y tu pareja se han separado criar a sus hijos puede ser una tarea sumamente desafiante, más aún si no estás seguro de qué priorizar o cómo afrontar los conflictos. De todas maneras, los adultos pueden y deben trabajar juntos como un equipo para asegurarse de que sus hijos sepan que son amados y protegidos, independientemente del hogar en el que se encuentren”, estableció la Dra. Kathryn Jones, psicóloga pediátrica de Cleveland Clinic.

Durante el año 2023, según la información brindada por la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp), se registraron 9309 divorcios en el país.
Durante el año 2023, según la información brindada por la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp), se registraron 9309 divorcios en el país.

¿Qué es la crianza compartida?

En palabras del Mag. Héctor Lazo Huaylinos, psicólogo de SANNA Clínica El Golf, la crianza compartida hace referencia a cuando los padres separados o divorciados comparten la responsabilidad sobre la de sus hijos. “Este modelo de crianza se realiza cuando existe un proceso de divorcio y es necesaria llevarla a cabo bajo una serie de circunstancias para evitar problemas y garantizar el bienestar de los más chicos del hogar”, aclaró.

Para entender la importancia de la crianza compartida, el Mag. Lazo aseveró que una separación caótica o complicada puede ser traumatizante para un niño, dejando secuelas psicológicas en el corto y largo plazo, y depresión. “También se pueden causar trastornos de adaptación y manifestaciones de pensamientos irracionales. Incluso, sobre todo en adolescentes, agregó.

“Asimismo,suelen ser muy comunes durante este proceso. Por ello, un principio básico es que los padres pueden dejar de vivir unidos, pero siguen siendo padres y las decisiones que influyen en el bienestar de sus hijos tienen que ser motivo de diálogo, acuerdo y colaboración entre ellos”, enfatizó el experto de SANNA Clínica El Golf.

Un proceso de separación caótico puede dejar múltiples estragos psicológicos en los niños del hogar.
Un proceso de separación caótico puede dejar múltiples estragos psicológicos en los niños del hogar.

¿Qué debo tener en cuenta para garantizar una crianza compartida exitosa?

Kathryn Jones destacó que una pareja divorciada tiene buscar la forma de encontrar una manera de continuar siendo un equipo para su hijo. En relación a ello, la especialista compartió los puntos más importantes para garantizar una crianza compartida exitosa:

  • Crea un plan de crianza compartida con un horario establecido

“A veces, puedes establecer un horario de crianza por tu cuenta o con la ayuda de asistencia legal. Sin embargo, independientemente de cómo se dividan los días de la semana, es importante planificar con anticipación y tratar de cumplir con un horario estricto para saber quién pasará cada momento con los hijos”, destacó Jones.

La psicóloga de Cleveland Clinic indicó que tener un horario establecido es importante para que los involucrados mantengan ciertas expectativas entre ellos. Además, ayuda a que los hijos desarrollen un sentido de familiaridad y estabilidad con la situación, pues el horario les permitirá saber cuándo cambiarán de hogar, durante cuánto tiempo y qué tipos de reglas se implementarán al llegar.

  • Ser flexibles unos con otros cuando sea necesario

Establecer una rutina no es sinónimo de rigidez. En ciertas ocasiones, es normal que no se pueda cumplir con los tiempos establecidos, especialmente por motivos laborales. “Si uno de los padres tiene un trabajo por turnos que cambia todo el tiempo, puede conversar con sus hijos sobre cómo es su puesto para que estén preparados para ciertas variaciones en el horario. Para ello, entre la ex-pareja en caso se requiera un cambio de último minuto en el cronograma”, resaltó Jones.

  • Descubrir cómo manejar las emergencias

Para cualquier padre, tener un plan de respaldo en caso de emergencias siempre es una excelente idea, especialmente para los padres divorciados. Es necesario saber cómo manejar la comunicación en ciertos momentos difíciles de prevenir, como un viaje de último minuto a la sala de emergencias o cualquier evento que necesite asistencia inmediata. “Es importante planificar con anticipación cómo se comunicarán entre sí sobre las situaciones inevitables cuando surjan emergencias”, reiteró la psicóloga.

“Si alguien está enfermo o necesita ir a la sala de emergencias y los niños no pueden estar en casa, ¿cómo se puede comunicar y asegurarse de que ese niño sea atendido y que todos reciban apoyo en ese proceso? Es realmente importante planificar con anticipación cómo se manejaría esa comunicación y tener un plan de respaldo para cuando surjan emergencias o sea necesario cambiar los planes de último momento”, recalcó.

  • Honrar y respetar las diferencias en los estilos de crianza

“Si aún no ha sucedido, sucederá. Inevitablemente, en algún momento, el pequeño volverá de casa del otro co-padre y hablará de cómo su otro hogar maneja las cosas un poco diferente. Por ejemplo, tal vez en casa de mamá se le permite consumir refrigerios nocturnos pero en casa de papá no. Entonces, ¿cómo se pueden navegar esas pequeñas comparaciones entre dos hogares muy diferentes sin provocar una discusión o echar la culpa fuera de lugar?”, cuestionó la Dra. Jones.

“A veces la gente piensa que la coparentalidad significa que hay que hacer todo exactamente igual, pero eso no es factible. Si bien tener la mayor coherencia es muy útil porque ayuda a que las cosas sean realmente rutinarias y predecibles para su hijo, es posible que sea necesario que algunas otras sean distintas en cada hogar por múltiples razones. Habrán diferencias en los estilos de crianza y en cómo se manejan las cosas, pero es menos confuso para los niños si todos están en sintonía al respecto y trabajan para lograr los mismos objetivos”, asintió la experta.

"Habrán diferencias en los estilos de crianza y en cómo se manejan las cosas, pero es menos confuso para los niños si todos están en sintonía al respecto y trabajan para lograr los mismos objetivos"
"Habrán diferencias en los estilos de crianza y en cómo se manejan las cosas, pero es menos confuso para los niños si todos están en sintonía al respecto y trabajan para lograr los mismos objetivos"
  • Hacer espacio para miembros nuevos y extendidos de la familia

Llevar una pareja a casa, al igual que posibles futuros hermanastros, puede ser una parte muy desafiante de este proceso, más es sumamente importante para establecer una dinámica de crianza compartida sólida y de apoyo. Lo fundamental es brindarle al niño o adolescente el espacio físico y emocional para procesar cómo se siente al respecto, pues pueden aparecer emociones abrumadoras y complicadas.

“Luego, cuando tu hijo se sienta listo para esas experiencias, tómate el tiempo de programar actividades de integración divertidas para compartir con toda la familia. Esto hará que se sientan parte de un mismo equipo”, recomendó la doctora.

Cabe mencionar que también es posible que el hijo no se lleve bien con ciertas parejas o familiares. En casos así, lo mejor es evitar hablar de eso frente a la familia o publicarlo en las redes sociales. “Eso puede empeorar las cosas y hacer que les resulte más difícil hacer ajustes, de modo que sientan que tienen que elegir un bando en algunas de esas situaciones. Queremos que los niños sepan que no se trata de esta o aquella casa, sino de cómo todos pueden unirse para criar a estos niños con las mejores intenciones”, aseguró.

  • Pedir ayuda cuando sea necesario

Lidiar con los cambios en el hogar y la dinámica familiar puede llegar a ser extremadamente complicado, por lo que es normal requerir cierta ayuda extra, en especial al identificar las siguientes actitudes o reacciones:

  1. Arremeter o actuar con agresividad
  2. Falta de interés en pasatiempos o actividades que alguna vez amaron
  3. Falta de energía, sensación de fatiga o cansancio
  4. Pérdida de peso inexplicable
  5. o dificultad en la escuela
  6. Dificultad para mantener amistades
  7. Aumento de la ansiedad, u otros cambios en su estado de ánimo
Es esencial prestarle atención a cada detalle del universo emocional de los hijos.
Es esencial prestarle atención a cada detalle del universo emocional de los hijos.

“Si tus hijos tienen respuestas emocionales a los cambios que están sucediendo, o si estás notando algunos de estos otros cambios en sus vidas, podrían ser señales de que las cosas son muy diferentes entre los hogares o que su hijo podría beneficiarse de la terapia”, señala la Dra. Jones.

  • Vivir la vida incluso cuando los hijos no están en casa

en caso de que surja algo o simplemente para cuando te extrañen mientras están fuera. Tómate un tiempo para los registros programados y asegúrate de que puedan llamarte o enviarte mensajes en línea o por teléfono si alguno de los dos siente la necesidad de comunicarse entre sí. Pero asegúrate de respetar también el tiempo que pasan con sus otros padres y/o de hacer tiempo para ti mientras tu hijo está fuera de casa”, aconsejó la psicóloga experta.

¿Cómo asegurar una crianza compartida exitosa si mi ex-pareja no pone de su parte?

Para contextualizar la situación, el Mag. Lazo explicó que hay distintos tipos de divorcios. “La situación es más favorable cuando las ex-parejas son conscientes y dejan de lado sus diferencias para priorizar la crianza de sus hijos, pero no todos los casos son así”, declaró.

“En el caso de que el divorcio se haya dado en un contexto violento y/o caótico, lo recomendable es acudir a un mediador que los ayude a comprender la situación y las consecuencias que se pueden generar si no ponen de su parte para criar a su hijo juntos”, apuntó Lazo.

En situaciones así, el psicólogo hizo énfasis en que se debe evitar pensar en castigar o humillar a la ex-pareja, pues acciones así pueden repercutir en la personalidad del menor a largo plazo. En cambio, cuando se acude a un profesional, el padre o la madre tendrá la oportunidad de exteriorizar sus frustraciones y escuchar lo que piensa u opina su hijo para entender la importancia de su estabilidad.

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