Estremecedor. Así ha sido el desfile de Annaiss Yucra en LIFWeek. Hace unas semanas conversábamos acerca de su propuesta y algo me quedaba -muy- claro: para ella, más que indumentaria, la moda es identidad, herramienta, voz. Y de esas que gritan fuerte.
‘Resistencia’ nació de eso. De las ganas de querer despertar como sociedad, de palpar los prejuicios, afrontar los daños y calar en la mente y el corazón. La colección de Annaiss Yucra estaba pronta a presentarse y la pasarela se tiño de negro. Uno a uno los modelos iban apareciendo bajo la penumbra y en vez de realizar el clásico 'catwalk' empezaban a tenderse en el suelo. Pocos –casi nadie- entendían lo que pasaba.
De fondo, desgarradores testimonios reemplazaban la pegajosa música que suele usarse para marcar el paso de un desfile. Las luces se encienden y por fin logramos divisar la colección: los modelos recostados en el piso, con prendas genderless que resaltaban por sus colores neón y extravagantes volúmenes. Accesorios de acrílico, máscaras y pintura corporal se sumaban a la composición.
Fue en ese momento que nos dimos cuenta que la pasarela no fluiría como es usual. La gente empezó a dejar sus lugares y a caminar poco a poco entre los modelos. La interacción fue auténtica. Ver tendidos (casi inertes) a los modelos, sumado al fondo de voces con testimonios de violencia contra la mujer te dejaba en shock.
El primer día de LIFWeek ha sido testigo de una protesta. Annaiss Yucra ha alzado la voz con 'Resistencia' y ha cautivado de principio a fin con piezas que juegan con el color y las texturas para llevar a los asistentes un mensaje duro: la violencia contra la mujer existe. Nos están matando.