El caos en el transporte no es el único problema de transitabilidad que afrontan los limeños. En muchos casos, las veredas también dificultan el paso de los peatones.
El Comercio hizo un recorrido por más de 10 distritos de la capital y corroboró los problemas de diseño, tamaño de las aceras e incluso su ausencia en áreas residenciales como La Molina.
Por ejemplo, en barrios recientemente habilitados de La Victoria, Surco, Chorrillos y Barranco los vecinos tienen que caminar constantemente por la pista, ya que hay veredas que miden 80 centímetros o menos. Esto pese a que el Reglamento Nacional de Edificaciones establece un ancho de entre 1,2 m y 1,8 m.
En casos más graves, el paso se ve obstaculizado por postes y medidores de energía eléctrica instalados en plena vereda.
La falta de rampas para sillas de ruedas y de sardineles (cuando está al mismo nivel de la pista) son faltas que también perjudican a los ciudadanos.
Veredas de Lima no cumplen con normas de diseño y tamaño https://t.co/yeKMOj4U1X (Por @mal_menor) pic.twitter.com/iTJFmmyzZY
— Sociedad El Comercio (@sociedad_ECpe) 4 de mayo de 2017
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