José Cayetano

Luego de trabajar como Dj en un club de Miraflores, Leslie (se cambió su nombre para proteger a la denunciante) pidió un taxi de para regresar a casa. Eran las 4 a.m. del miércoles 15. Un auto rojo la recogió a la altura de la tercera cuadra de la calle Berlín. “Me dormí por un instante y cuando desperté no reconocí la ruta por la que iba el taxi. Pregunté al conductor qué ruta estaba tomando. No me respondió, cogió mi celular e hizo el ademán de lanzarlo por la ventana”, cuenta la joven.

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El chofer no se detenía, pese a los reclamos de Leslie. Ella cogió su equipo de Dj y saltó del vehículo en movimiento. Se puso en pie de inmediato y corrió sin saber dónde estaba. Observó a un sereno motorizado y le pidió ayuda. Él le prestó su celular para que llame a su papá. Entonces se prolongó la pesadilla. “Me tocó la cara y los brazos, diciéndome que iba a protegerme. Le grité que no me toque y que quería volver a casa. Respondió que no podía salir de su distrito, pero que podíamos ir juntos a Risso cuando termine de trabajar para estar más cómodos”, narra Leslie.

Una patrulla de serenazgo pasó por la zona y ella corrió hacia el vehículo. Contó todo lo que había sucedido, excepto que el sereno la acosó. El copiloto le ayudó a contactar a su papá. Para sorpresa de Leslie, estaba en Barranco. Llegó a casa a las 7 a.m. “Ingresé con mi cuenta de InDrive desde el celular de un familiar, porque el chofer se quedó el mío. ¡El viaje no estaba en el historial! Necesitaba saber los datos del conductor para recuperar mi teléfono”, recuerda Leslie. En consecuencia, desde la aplicación inició el proceso para presentar una queja al equipo de soporte.

Leslie asegura que la empresa miente

El Comercio contactó a inDrive sobre el reclamo de Leslie. La empresa declinó una entrevista y señaló que responderían a través de un comunicado.

Desde que supimos del caso comenzamos el protocolo de seguimiento iniciando con las investigaciones pertinentes y estableciendo contacto inmediato con la usuaria”, se lee en el pronunciamiento que publicó inDrive esta tarde en sus redes sociales. Leslie niega que la empresa haya actuado de esa manera. “El miércoles, mientras procesaba todo lo que había pasado, presenté el reclamo desde la aplicación y les escribí un correo. Me contestó un bot. No recibí otra respuesta hasta el lunes”, asegura.

En la noche del lunes 20, Leslie publicó en sus estados de Instagram todo lo que había sucedido. “Poco después, recibí un correo de InDrive, que decía que me habían llamado por teléfono sin éxito los días previos. Es falso, porque el jueves recuperé mi número y no tengo registro de una llamada suya. Ayer me llamó una persona de la empresa desde México. Empezó diciendo que se comunicaba por ‘una denuncia en redes’, no por mi reclamo, y que yo los estaba difamando”, expresa.

Comunicado de inDrive sobre el intento de secuestro que publicó Leslie en sus redes sociales. (Foto: Captura de pantalla).
Comunicado de inDrive sobre el intento de secuestro que publicó Leslie en sus redes sociales. (Foto: Captura de pantalla).

Leslie cuenta que el operador no le ofreció una disculpa ni se mostró dispuesto a ayudarla. “Me reclamaba por haber tirado mi celular por la ventana. Le dije que sería incapaz de hacer eso, pero él respondió que yo estaba cambiando de versión. Revivir lo que me pasó me afectó mucho. A inDrive más le importó la empresa que su usuario”, sostiene.

Todos los viajes completados y cancelados, sin excepción, quedan registrados en el sistema de registro interno de inDrive”, menciona la empresa en el pronunciamiento. Sin embargo, Leslie manifiesta que el personal de la empresa que la llamó el lunes desde México le dijo que no encontraba el viaje en sus registros.

Me pidió que denuncie en Fiscalía y solicite que compartan a la empresa una carta de colaboración, porque así podrían buscar el registro de cada uno de los conductores para darme la información del agresor. Eso significa que sí tienen acceso a los datos del taxista. Ahora siento que voy a hacer un esfuerzo en vano si presento la denuncia”, refiere Leslie.

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A ella le causa mucha molestia que inDrive informe en el comunicado que, de acuerdo a su registro de geolocalización, el último viaje que registran de su cuenta fue realizado entre las 6 p.m. y 7 p.m. del martes 14 de marzo, y que este finalizó “de manera satisfactoria”. “Ese es el taxi que tomé para llegar a la calle Tarata de Miraflores. Fue el martes 14 a las 6:55 p.m. No mencionan el viaje que hice en la madrugada del miércoles 15”, señala Leslie.

María Alejandra González, directora de la Dirección de Protección de datos personales del ministerio de Justicia, asegura que todas las empresas de taxi por aplicación deben informar sus políticas de privacidad e inscribir sus bases de información en el Registro Nacional de Datos Personales. “Exigimos que informen a los usuarios cómo utilizan su información y que esta solo se recopile para los fines del servicio de viajes. Usar los datos de un usuarios sin su consentimiento es una sanción grave, que acarrea una multa de entre 5 a 50 UIT”, declaró a El Comercio.

González indicó que inDrive no está inscrito en el registro de la Dirección General de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del ministerio del Justicia: “No están inscritos porque no han cumplido con esta obligación. Si se hace una fiscalización, se les pondrá una sanción de entre 0.5 a 5 UIT por no haberse inscrito”, agrega.

Otro caso de intento de secuestro

Aún asustada, el jueves 16, un día después del intento de secuestro que sufrió, Leslie quería recuperar su celular. Ingresó a la plataforma iCloud para ubicar su dispositivo, pero este había desaparecido. En la tarde de aquel día, recibió dos mensajes en su cuenta de Facebook de dos serenos de Barranco. Uno era el chófer de la patrulla y el otro, el sereno motorizado que la tocó sin su consentimiento.

Utilizaron los datos que di para que contacten a mi papá. Les dijo que me incomodaba que me escriban”, sostiene Leslie. “Ayer me llamó el jefe de seguridad de la municipalidad de Barranco. Se disculpó por lo que pasó y me pidió que le ayude a identificar a los dos serenos que me escribieron. Dijo que los retirarán de su cargo”, agrega.

A pesar que el municipio de Barranco ofreció ayudar a Leslie a presentar una denuncia anónima en la comisaría del distrito, ella rechazó hacerlo por temor a que los serenos denunciados accedan a sus datos. Personal del Ministerio de la Mujer la contactó para ofrecerle apoyo psicológico y asistencia legal con una abogada.

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A raíz de la publicación que realizó Leslie en Instagram, otras chicas le escribieron sobre casos similares de intento de secuestro que ellas o sus amigas han sufrido. El martes 21 a las 2:15 p.m., Sol (se cambió su nombre para proteger a la denunciante) salió de su trabajo en la avenida La Molina para reunirse a almorzar con su mamá en el Real Plaza de Puruchuco. Prefirió pedir un taxi de inDrive en lugar de tomar un colectivo para viajar segura.

El chofer no siguió recto por la avenida La Molina como le indicaba el Waze, sino por otra calle. Ya habíamos pasado por el estadio Monumental, pero no se dirigía al Real Plaza. Pregunté al conductor por dónde íbamos. Él respondió que iba a recoger algo y que luego me dejaba. Le reclamé que debía llevarme al Real Plaza”, narra Sol.

Ante su insistencia, el conductor guardó su celular en su bolsillo izquierdo. Empezó a tocar las piernas de Sol. Ella aprovechó que el taxi pasó por un rompemuelle para bajar del vehículo e ingresar de inmediato a una tienda. “Me quedé fría. No sabía dónde estaba. La dueña del local me ayudó a contactar al serenazgo. Dijo que estábamos en Ate”, cuenta. Ingresó a la aplicación para ver los datos del conductor y su vehículo. Sin embargo, al igual que en el caso de Leslie, el viaje ya no figuraba en el historial.

No es la primera vez que Sol tiene un problema con inDrive. El año pasado, utilizó la aplicación para enviar por encomienda productos de su empresa con un valor de 200 soles, pero los motorizados nunca entregaron los pedidos. Cuando denunció el robo al soporte de inDrive, un bot la atendió y no obtuvo resultado. El envío también desapareció del registro luego de presentar el reclamo.

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