Este auto sin placas permanece estacionado sin que nadie intervenga.
Este auto sin placas permanece estacionado sin que nadie intervenga.
Redacción EC

Si uno se acerca a las 6 de la mañana a la comisaría de La Victoria (Av. 28 de julio cruce con el jirón Andahuaylas), verá la siguiente escena: decenas de autos estacionados en los alrededores de la dependencia policial como si estuvieran abandonados. Y si uno mira con más atención, se percatará de que varios de ellos no tienen placas.

Un equipo de este Diario recorrió los exteriores de aquella comisaría y contó al menos diez autos, de diferentes modelos y marcas, sin placas de rodaje aparcados en la vía pública, a vista de los agentes de Tránsito que circulaban por la zona.

Uno de los vehículos, por ejemplo, era un Mitsubishi plateado, modelo Lancer, estacionado en la misma puerta de ingreso de la comisaría (ver fotografía). Desde las 6 a.m. hasta las 10 a.m., según constató este Diario, el auto se mantuvo en ese sitio sin que alguien tratara de intervenirlo.

–Inacción policial–
Al lado de la comisaría, se localiza la sede de Radiopatrulla. Ambas dependencias ocupan una manzana entera que está rodeada de varios vehículos sin placas.

Circular con un auto sin placa, o sin el permiso correspondiente, es una infracción muy grave en el Reglamento Nacional de Tránsito (falta M24), que implica la retención del vehículo y el pago de una multa de S/498.

Este Diario logró identificar a un policía uniformado que manejó uno de esos autos sin la placa frontal (la de atrás estaba cubierta con pintura blanca, pero se lograba ver el número A4Z-092). Este era un Toyota rojo, modelo Tercel. En los asientos llevaba inscrito “Policía: división de emergencias”.

De acuerdo con los registros, el auto le pertenece a la ciudadana Julia Canales Cabezas. El agente condujo con dirección al mercado La Parada. Durante el trayecto, se detuvo a comprar desayuno en un puesto ambulante. Finalmente, dejó el auto frente al colegio Luis Armando Cabello Hurtado, a dos cuadras de la avenida Nicolás Ayllón, en el Cercado de Lima. Pasaron policías motorizados y patrulleros al lado del carro rojo, pero actuaron como si no existiera.

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