Esta mañana fueron despedidos con honores los restos del Oficial de Mar Primero de la Marina de Guerra Edwin Chira Reyes, de 38 años, quien se encontraba en misión de paz con los cascos azules en la República Centroafricana. El acto fue presidido por el ministro de Defensa, Jorge Moscoso Flores, en la base de la Aviación Naval, en el Callao.
Chira nació el 22 de marzo de 1981, en el distrito de Bellavista, en Sullana, Piura. Tenía 38 años y era el mayor de cuatro hermanos.
Ingresó a la Marina en 1999 e integraba la Compañía de Ingeniería Perú. Durante su permanencia en la institución, cumplió misión en varias zonas del país, como Paita, Tumbes, Ancón y el Vraem. También fue enviado a Haití.
El 21 de enero pasado fue desplegado a la República Centroafricana como parte del IV Contingente de la Compañía de Ingeniería de Construcción y Mantenimiento de Aeródromos, ubicada en la localidad de Bouar.
Falleció esta semana a consecuencia de un accidente de tránsito cuando se desplazaba en un vehículo de reconocimiento para el relevo de personal en la localidad de Bossemptele, al sur del país africano. Allí integraba, junto a otros 204 peruanos, la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Centroafricana.
La Oficina de Asuntos Internacionales del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas coordinó la repatriación de sus restos, que llegaron anoche al Callao. Hoy se celebró una misa de responso, tras la cual el ministro Jorge Moscoso Flores expresó sus condolencias a los familiares.
A la ceremonia asistieron del jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, General de Ejército César Astudillo Salcedo, y el comandante general de la Marina de Guerra, Almirante Fernando Cerdán Ruíz.
El cuerpo del efectivo fue trasladado a Piura, donde también será recibido con honores por las autoridades militares. Después será llevado a Sullana, donde será sepultado.
—La guerra en República Centroafricana—
Desde marzo del 2013, el país se ha convertido en un escenario de guerra. Los enfrentamientos entre los grupos y las fuerzas armadas no han cesado en seis años y 1,2 millones de personas han preferido abandonar sus casas..
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la República Centroafricana es uno de los peores países para ser niño. En ese país, 2 de cada 3 menores necesitan ayuda humanitaria y se calcula que, este año, unos 38.000 niños menores de 5 años están en riesgo muy elevado de muerte por desnutrición aguda grave.
"Las consecuencias para los niños y niñas han sido devastadoras. Han sido objeto de secuestros, asesinatos, abusos sexuales o reclutamiento", dice la institución.
Además, el número de ataques contra trabajadores humanitarios se multiplicó por 6 entre el 2017 (67) y el 2018 (396: más de 1 ataque al día).
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