El debate comenzó en las redes sociales, que pueden ser una herramienta útil o una tierra de nadie. La actriz Mayra Couto subió un post que comienza así: "Nosotras podemos cambiar el mundo". Hacia el final, ella añade: "Y si queremos que en el mundo haya más espacio para nosotras, ¿por qué no le decimos MUNDA?" [sic].
Luego sigue un emoji con ojos con forma de corazones. Después Couto agrega: "Te van a decir que no digas eso, así que… #lamundaesmía #lamunda es nuestra […]".
►Mayra Couto y su fascinante vida en Cuba como estudiante de cine | FOTOS
El post dividió opiniones. Llovieron críticas. He aquí un nuevo capítulo de la polémica sobre el lenguaje inclusivo que propone el uso de 'todes', 'todxs' o 'tod@s'. Estos neologismos no son aceptados por la Real Academia Española (RAE).
En medio del desconcierto, buscamos las opiniones de los lingüistas Eliana Gonzales Cruz y Gildo Valero. Ella es la segunda académica de número en la historia de la Academia Peruana de la Lengua (la primera fue Martha Hildebrant), y él ocupa el cargo de presidente de la Asociación de Correctores de Textos del Perú (Ascot Perú).
Tanto Gonzales como Valero son conscientes de los cambios sociales y aplauden las iniciativas que abogan por la igualdad entre hombres y mujeres. Para ambos, sin embargo, trasladar esas acciones al lenguaje es un proceso que suele incurrir en la arbitrariedad.
Gonzales Cruz comenta que en el reciente Congreso Internacional de la Lengua Española en Córdoba, Argentina, la controversia del lenguaje inclusivo fue abordada. El tema del ‘todes’ asomó. Se reflexionó sobre el uso arbitrario de la 'e'. Se preguntó: ¿y por qué no es 'todis' o 'todus'?
La experta recuerda que la RAE ha aprobado palabras que se creían inaceptables. La entidad recomienda, por ejemplo, el uso de términos adaptados como 'wasapear'.
Pero para que eso ocurra tiene que haber consenso o evidencia de un uso mayoritario de tales palabras. Por lo que se ha visto, no es el caso de 'munda'. Asimismo, iniciativas afines cobran otra relevancia o sentido cuando son planteadas desde un conocimiento profundo de las reglas, las etimologías, las tradiciones, la historia, etc. Gonzales Cruz subraya: "Hay que ser responsables con estas propuestas".
Por su parte, Valero afirma que estas iniciativas del lenguaje inclusivo contribuyen a confundir el género con el sexo, y que se está enfocando "muy mal" la lucha por la igualdad de género. Así, "se ataca a las palabras que no tienen sexo". Ejemplo: estrella de mar ('estrella' es una palabra femenina, aunque este animal no tiene sexo). Otro caso es la palabra 'lingüista', que no tiene un género implícito.
Terminamos con este mensaje del actor Lucho Cáceres publicado en Facebook: "¿Y qué les parece si en vez de teatro decimos teatra? El mundo está loco, perdón, la munda".
Suena a un reclamo para evitar el caos, la arbitrariedad y el sinsentido.