ENRIQUE PLANAS
A los 17 años, Nacho Cano escribía la letra de “Hoy no me puedo levantar”, verdadero himno de la nocturna generación ochentera. Ana recuerda bien aquella canción que la lanzó a la fama: “Era la época en que todos, y sobre todo Nacho, que era el más joven, salíamos hasta que el sol daba una vuelta. Esa canción se convirtió en un himno. Contaba algo que nos pasaba a todos cada fin de semana”, dice.
Otro himno, escrito por José María, es “Mujer contra mujer”. Has dicho que es el tema de Mecano que más te gusta...
Ahí no solo está el tema del amor homosexual. También habla del derecho de la mujer a decidir cómo quiere que sea su sexualidad. Es una canción que, además, me encanta como música, sigo cantándola porque creo que todavía hay mucho qué conseguir en el tema de los derechos de la mujer.
En 1983, la canción “Barco a Venus” fue utilizada para un comercial de la oficina española de turismo. ¡Y no se percataron de que hablaba sobre el viaje de la droga! ¿Crees que a muchos les gusta las canciones de Mecano sin entenderlas?
Es curioso. Hay mucha gente a la que le da igual la letra, otros no pueden comprender que una canción hable de viajes alucinógenos y quieren creer otra cosa. Y claro, hay gente que sí entiende. Pero mira que allí también estaba la magia: José es mucho más crudo y directo en sus letras, mientras que Nacho todo lo hacía más ambiguo. Era menos evidente.
Lo terrible de esa época es que la heroína arrasó con muchos jóvenes de tu generación. ¿Ustedes perdieron amigos por la droga?
Algunos. Nacho más, porque antes de formarse Mecano, tocaba con gente de la movida que se enganchó con el caballo. Sí que hemos perdido gente cercana. Nosotros intentábamos advertirlo en nuestras canciones.
Tú eres literalmente una sobreviviente...
[Ríe] Sí, vengo del Paleolítico...
Me refiero a que sobreviviste en el 2008 a un terrible accidente automovilístico. ¿Cómo te cambió la vida?
En muchos sentidos. Te das cuenta de que hoy estás aquí y dentro de unos minutos puedes marcharte. Volviste a nacer y disfrutas todo como si fueras un niño pequeño. A quien sea que organice la vida, le agradezco siempre que me haya dejado seguir aquí para poder disfrutar de mi hija.
Cuando se diluyó Mecano, la gente se molestó porque sentía que la banda era algo que le pertenecía. ¿Cómo llevan la relación a la distancia?
¡La gente no nos perdona que Mecano ya no exista! José y Nacho son hermanos, se adoran cada uno viviendo en lugares separados del mundo.
¿Es imposible pensar, sino un regreso, en una reunión?
Cada vez está más complicado. Uno intenta mantener los lazos, pero quieras o no, el tiempo va diluyendo muchas cosas. Se intentó un par de veces, pero ha sido difícil. Lo veo complicado, pero quién sabe.
¿Qué piensas cuando ves los videoclips de esas épocas?
Pues me da mucha ternura. Me parece divertido, a veces hasta caricaturesco. ¡Era todo nuevo! Ibas creando sobre la marcha, con presupuestos no muy altos. Hay cosas que son de museo...
¿Tenía que ver con presupuestos bajos que tu vestuario cada vez se redujera más?
[Ríe] ¡No! Tenía que ver con que una se iba encontrando bien, y querías lucir en el escenario. Luego me he ido tapando más...