En el mismo escenario donde el año pasado se convirtió en el centro de la polémica por bailar el 'twerk' junto a Robin Thicke, Miley Cyrus volvió a dar qué hablar; aunque esta vez por una buena causa.
Al ser galardonada con el premio al "Video del año" en los MTV Video Music Awards por "Wrecking Ball", la cantante aprovechó la oportunidad para enviar en su lugar a un joven sin hogar ("homeless" en inglés) y así crear conciencia sobre el tema.
"Gracias a todos. Mi nombre es Jesse y estoy aceptando este premio en nombre de los 1.6 millones de jóvenes sin hogar (en los Estados Unidos). Yo he sobrevivido gracias a refugios. Aunque en las calles puedo ser invisible para ustedes, tengo los mismos sueños que todos", dijo el joven, que vestía de saco y corbata y se ayudaba leyendo un papel.
Miley Cyrus, por su parte, lo miraba desde su ubicación en el teatro Forum y, al concluir, lo abrazó con lágrimas en los ojos.