Sara Van vuelve por segunda vez al Teatro Municipal de Lima con el espectáculo “La letra viva”. La cantante se ha presentado en España, Francia, Italia, Alemania, Argentina, Uruguay, México y EE.UU.  (Alonso Chero)
Sara Van vuelve por segunda vez al Teatro Municipal de Lima con el espectáculo “La letra viva”. La cantante se ha presentado en España, Francia, Italia, Alemania, Argentina, Uruguay, México y EE.UU. (Alonso Chero)
Milagros Asto Sánchez

Su nombre apareció por primera vez en los medios en el 2000. Fue el diario “El País” de España el que hablaba de una peruana de 22 años, con voz grave, capaz de mezclar un sinfín de géneros, desde el tango hasta el yaraví. Una voz que retumbaría por todo Madrid.

—¿Cómo resumirías tu esencia musical?
Mestiza, no me gusta el término ‘fusión’. Es mezcla, una sopa de diferentes sabores.

—Tienes más de 15 años de carrera en España. ¿Hay una deuda con el Perú?
Yo vine al Perú a presentar mi disco en el 2010, en el 2013 volví por “Sigo siendo” y he vuelto ahora. Es cierto que no puedo venir tanto como me gustaría, pero no es que me sienta en deuda. Sin embargo, sí hay dos partes de mí que le quieren devolver al Perú. Por un lado la niña que se fue llorando y diciendo “algún día volveré y te sentirás orgulloso de mí, Perú” y por otro lado está la jovencita que comenzó a componer con tintes de tonderos y yaravíes, con colores andinos y redobles de marinera. A pesar de que yo no hago folclor, siempre todo lo que he hecho se lo he ofrecido al Perú.

—Te fuiste del Perú en una época difícil...
El Perú estaba en carne viva. Hoy se habrán reducido los problemas del terrorismo, pero sigo pensando que los males del Perú siguen siendo los mismos. Sigue habiendo pobreza, mendicidad infantil, yo he crecido en donde no se ve nunca a un niño mendigo. Sigo viendo una desigualdad de clases abismal que para mí es repugnante y hasta que el Perú no supere eso siempre será tercermundista. Muchos dirán es fácil criticar desde afuera pero lo hago porque amo al Perú.

—¿Qué es para ti el Perú?

El Perú para mí es inspiración. Lo visualizo como un animal multiforme fantástico, por eso me lo imagino tan capaz de todo y me duele verlo tan triste a veces. El Perú es un país luchador.

—¿Cómo lograste mantener la esencia musical peruana tras estos años?
Logré estar conectada con esa música por la nostalgia. Cuando uno se va uno extraña tanto, tanto, tanto, que extrañas hasta el olor de las calles, el humo, la neblina, extrañas tanto que eso te hace escuchar música que incluso no hubieras oído si te hubieras quedado en tu país. Además, mi otra pasión es el lenguaje y a mí el Perú me inspira a componer.

—No muchos saben que tuviste tu primera banda a los 15 y fue de heavy metal…
Sí, mis primeras bandas fueron de heavy metal, gótico, punk. Ahora trabajo en España con los Black and Brown Warriors, un colectivo que hace hip hop y que es como mi familia. Escucho de todo, me encanta la salsa vieja, la vieja trova, el son y la guaracha, el tango, la chanson francesa, la música eslava. Y estoy llena de tatuajes y me encanta. Guns N’ Roses cambió mi vida…

—¿Es cierto que eres tan fan de Axl Rose que hasta visitaste Los Ángeles para ver su casa?
Fui y me trepé a la reja de su casa y estuve adentro. Conozco a todos menos precisamente a Axl, que estaba en Argentina cuando llegué a su casa, pero tengo los autógrafos del resto, también de Slash. Soy recontrafanática de ellos, los he visto en Madrid, en Perú, en Nueva York.

—¿Qué opinas de que te comparen tanto con Janis Joplin?
Que se pasan como cuatro pueblos [risas]. Janis Joplin es como ‘big mamma’ para mí, es una de mis grandes madres, pero la gente siempre necesita comparar con algo. Yo nunca he estado muy orgullosa de esa comparación porque yo soy fan de ella y me da vergüenza.

—También eres profesora de lenguaje. ¿Qué has aprendido de enseñar?
Que el ser humano es una brillante saeta lanzada al infinito capaz de lo más sublime y lo más terrible, pero que si tú cultivas un niño en pureza, en respeto, en igualdad, es una garantía de continuidad para el mundo.

—¿Si tuvieras que elegir una canción de la música peruana...?
Seguro sería un yaraví de mis abuelos, de esos que se cantaban en casa y no son del conocimiento de todos.

—¿Cuándo volverá Sara Van al Perú?
No lo sé, pero yo siempre voy a estar deseando volver. Siempre seré peruana, mi acento es lo único español.

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