(Foto: AP)
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Milenka Duarte

Los labios son considerados una de las partes más atractivas del rostro. Sin embargo, con el paso del tiempo, estos comienzan a mostrarse más delgados, resecos y pálidos, ya que la pérdida de firmeza muscular en la zona superior e inferior de la boca hace que el labio descienda y se esconda. Además, con el avance de la edad el organismo fabrica menos cantidad de ácido hialurónico, por lo que los labios se deshidratan y pierden volumen.


Hace unos años, la única alternativa efectiva para lucir unos labios voluminosos como los de la actriz Angelina Jolie (un ícono de la sensualidad) eran los tratamientos inyectables o las cirugías plásticas. Pero gracias a los avances tecnológicos en el campo de la estética, actualmente se pueden alcanzar los mismos resultados de manera no invasiva.

Como explica José Carlos Gómez, gerente general de Biocare, una vía muy efectiva es un tratamiento basado en tecnología de nanopartículas, que emplea drones cosméticos que ayudan a que la llegada de los nutrientes sea más directa y localiza qué célula necesita reforzarse. En este caso se trabaja con el dron del fibroblasto con ácido hialurónico, que proporciona turgencia, volumen e hidratación a toda la mucosa labial, ya que estimula la producción de colágeno y elastina. Este procedimiento usa el dermapen, un dispositivo de última generación con microagujas que trabajan a muy alta velocidad para lograr micropunciones imperceptibles e ingresar en las capas de la piel.

La cosmiatra Ana Loayza señala que, a diferencia de otras técnicas invasivas, este tratamiento requiere mayor tiempo, ya que se recomiendan de cuatro a seis sesiones, una vez por semana, para alcanzar los resultados esperados. Gracias a ello la técnica garantiza seguridad y efectividad, y se calcula que el resultado final tiene una duración de aproximadamente un año.

PROCEDIMIENTO
Antes de iniciar el tratamiento, Gómez refiere que es fundamental que el médico realice una evaluación del paciente. Después se procede a limpiar el área con un jabón espumoso que contenga ácido láctico y se aplica un tónico sobre la zona. Posteriormente, se empieza a usar el dermapen, respetando las líneas anatómicas del labio e inmediatamente después de aplicar el dron del fibroblasto con ácido hialurónico en forma de goteo.

Esta técnica puede trabajarse sobre el borde del labio, el tubérculo o el llamado arco de Cupido, así como la parte externa e interna del labio. Como elementos de control antes y después de cada sesión, se emplea el registro fotográfico. Asimismo, se mide con un caliper el grosor de la mucosa labial. Además, se emplea una placa termográfica para medir la irrigación de la zona.

Loayza recomienda como cuidado postratamiento que el paciente ingiera comidas y bebidas a temperatura ambiente, por un aproximado de ocho horas, ya que puede haber casos en los que la persona presente hipersensibilidad y cierta incomodidad con temperaturas extremas.

De igual manera, la especialista advierte que este método no puede aplicarse si los labios están agrietados o si hay un brote activo de herpes. Tampoco es recomendable para pacientes oncológicos, gestantes ni madres lactantes. Y, por supuesto, antes de tomar cualquier decisión, es elemental consultar con un médico.

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