
Desde su lanzamiento en 2021, “El juego del calamar” ha dejado una marca imborrable en la cultura pop global, combinando la nostalgia de los juegos infantiles con la crudeza de la supervivencia humana. En cada episodio, los espectadores fueron testigos de cómo dinámicas aparentemente inocentes como “Luz roja, luz verde” se convertían en trampas letales dentro de una competencia feroz por la vida y el dinero.
Ante el éxito arrollador de la serie coreana, muchos se han preguntado: ¿cómo sería una versión americana de "El juego del calamar"? Soap Central analizó los juegos icónicos de infancia en Estados Unidos que podrían se adaptados magistralmente. Juegos que, aunque familiares, podrían tornarse mortales al ser puestos bajo el lente frío de una competencia sin escrúpulos, donde la inocencia se desvanece en cuestión de segundos.

LOS JUEGOS INFANTILES QUE PODRÍAN APARECER EN LA VERSIÓN ESTADOUNIDENSE DE LA SERIE
1. Freeze Tag
Freeze Tag (o “pilla-pilla congelado”) podría convertirse en una prueba de astucia y supervivencia. Un solo “tagger” equipado con sensores de movimiento persigue a los jugadores por un laberinto. Al ser tocado, el participante queda inmóvil, y solo sus compañeros pueden liberarlo, aunque eso implique arriesgarse. Tal como sugiere Soap Central, este juego promueve alianzas nerviosas, dilemas éticos y traiciones inevitables. En un entorno hostil, moverse o quedarse quieto puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
2. Simón dice
“Simón dice” exige atención, obediencia y control absoluto. Imagina un “Simon” digital —una figura sin rostro con voz sintética— lanzando comandos a velocidades crecientes, con pausas engañosas y órdenes contradictorias. En esta versión extrema, cualquier error, como obedecer sin que “Simon” lo ordene, se convierte en una sentencia inmediata. Este juego, que en la infancia promovía la concentración, aquí se transforma en un tormento mental que premia el autocontrol y castiga la más mínima distracción.
3. Sillas musicales
Musical Chairs (“las sillas musicales”) es el juego perfecto para representar la escasez y la desesperación. A medida que la música se detiene y las sillas desaparecen, cada jugador corre para no quedarse sin asiento. Pero en este oscuro escenario, las consecuencias no se limitan a la vergüenza: podrían incluir trampas mortales, sillas con sensores explosivos o caídas hacia pozos invisibles. El acto de sentarse se convierte en una ruleta rusa donde el tiempo, el instinto y la ubicación lo son todo.

4. Balón prisionero
En Dodgeball, dos equipos se enfrentan en una batalla física intensa. Con pelotas equipadas con bombas de pintura, sensores o incluso mecanismos de aturdimiento, errar un lanzamiento o ser alcanzado significaría una eliminación inmediata y dolorosa. Este clásico de los gimnasios escolares norteamericanos tiene el potencial de ser reinventado como una prueba que mezcla fuerza, reflejos, estrategia y sangre fría. Tal como resalta Soap Central, esta dinámica encarna tensión y agresión en cada jugada.
5. Captura la bandera
Capture the Flag es un juego de estrategia, velocidad y trabajo en equipo. En un entorno cerrado, con sensores de movimiento, trampas ocultas y drones vigilantes, la clásica misión de recuperar la bandera enemiga se convierte en una operación de guerra psicológica. Aquí, colaborar puede salvar vidas o condenarlas. Los jugadores deben decidir si proteger su base, rescatar compañeros o lanzarse a una misión suicida por el premio final. Todo bajo la amenaza constante de ser detectado y eliminado.
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