Han pasado casi 40 años desde que Mark David Champan asesinó a John Lennon en una calle de Nueva York, Estados Unidos. “¡Oye, John!”, gritó el hombre de 25 años y disparó cinco veces contra el exbeatle provocando su instantánea muerte.
Chapman, ahora de 65 años, ha decidido pedirle perdón a Yoko Ono, la viuda de Lennon y quien presenció el asesinato. Él mismo admitió desde prisión que merecía la pena de muerte y denomina a su acto como “despreciable”.
La grabación de su onceavo pedido de libertad condicional, que se llevó a cabo el 19 de agosto pasado en la cárcel de Wende, donde Chapman lleva ocho años preso, salió a la luz y se han podido conocer varias declaraciones sobre las razones que lo llevaron a asesinar al intérprete de “Imagine”.
“Le asesiné (...) porque era muy, muy, muy famoso y esa es la única razón por la que yo estaba buscando mucho, mucho, mucho la gloria para mí”, señala Champan ante el juez. “Fui muy egoísta. Quiero añadir eso y enfatizarlo profundamente. Fue un acto extremadamente egoísta. Lo siento mucho por el dolor que le causé a ella”, agregó en referencia a Yoko Ono.
“Quiero reiterar que siento mucho haber cometido el crimen. No tengo excusa. Fue para mi propia gloria”, sentenció. Chapman, hace unos años reconoció que Lennon era uno de los famosos de su lista, donde también estaba la actriz Elizabeth Taylor.
Este criminal confeso señaló que fue un terrible crimen contra alguien inocente. “No lo maté por su personalidad o por el tipo de hombre que era. Era un hombre familiar y un icono. Era alguien que hablaba de las cosas de las que ahora hablamos y eso es magnífico”, concluyó.
Champan, quien está casado desde 1979, afirmó que merecía la sentencia de muerte. “No pensaba en él, en su mujer, en su hijo, sus fans. Solo pensaba en mí y eso merece pena de muerte”, concluyó.