Monica Brzoska y su esposo, Jorell Conley, han encontrado una forma de vida poco convencional que les ha brindado una gran tranquilidad de manera permanente. Después de vender todas sus pertenencias y dejar atrás la monotonía de los trabajos de 9 am a 5 pm, optaron por convertirse en navegantes a tiempo completo. Ahora, la decisión más difícil que toman en el día a día es tener que elegir entre relajarse en las piscinas de un crucero o pasar el tiempo en sus exclusivos spas.
Estar en el mar las 24 horas del día les ha proporcionado un estilo de vida que muchos considerarían un sueño hecho realidad. Desde que tomaron esta audaz decisión, Monica, de 32 años, una exprofesora de Memphis, Tennessee, asegura que no ha tenido que preocuparse por cocinar ni por cambiar las sábanas de su cama durante más de un año.
“No soy millonaria”, dijo la mujer en conversación con el medio The Sun. “Simplemente vivo a tiempo completo en cruceros“.
A pesar de la “vida perfecta” que aparenta tener, Monica admite que la vida en el mar no es tan sencilla como parece. “Por supuesto que hay desafíos”, admitió. “Extrañamos a nuestras familias, pero sabemos que podemos volar a casa si hay una emergencia”.
Según cuenta la exmaestra, la inspiración para esta aventura surgió de una crisis familiar dos años atrás, cuando su padre necesitaba un trasplante de hígado. Fue entonces cuando su madre le animó a seguir sus sueños sin esperar a la jubilación.
“Cuando mi padre Andrzej, que ahora tiene 68 años, necesitó un trasplante de hígado en agosto de 2022, mi madre Lucyna, de 60 años, me dijo: ‘No esperes a jubilarte para seguir tus sueños. Hazlo ahora’”, recordó.
Con la bendición de sus padres, decidieron dejar atrás la rutina para empezar a vivir sobre el mar
Con la bendición de sus padres, la pareja, que se conoció mientras trabajaban como docentes en 2015 y se casaron en 2020, optaron por dejar atrás la rutina para empezar a vivir en altamar.
“Ya teníamos reservado un crucero por el Caribe de una semana de duración para marzo de 2023″, dijo Brzoska. “En lugar de regresar, ¿por qué no seguir reservando cruceros consecutivos durante el mayor tiempo que podamos permitírnoslo?”.
Así, sacaron cuentas sobre su nueva vida, calculando costos y asegurándose de que fuera financieramente viable. Al final, se las arreglaron para pagar menos de 10 mildólares al año, aprovechando descuentos y ofertas en los viajes.
Al alquilar su casa en Memphis, han logrado mantener un flujo de efectivo constante mientras disfrutan de su vida en el mar.
“Antes siempre había planes de lecciones, cocina y limpieza”, señala la mujer. “Pero todo eso ha desaparecido”.
Las responsabilidades cotidianas del hogar han quedado en el pasado. En la actualidad, Monica dedica todo su tiempo a las actividades artísticas, juegos y entretenimiento a bordo, disfrutando de una vida sin preocupaciones.
En cuanto al aspecto de pareja, la mujer asegura que, junto con su esposo, se dan el tiempo de tener citas nocturnas elegantes de manera quincenal. Por otra parte, confiesa que raras veces discuten, ya que la mayoría del tiempo están disfrutando en algunos de los lugares más hermosos del mundo tales como Fiji, Japón y Grecia.
“En nuestra vida anterior, teníamos momentos que llamábamos ‘destellos’, cuando todo parecía mágico”, finaliza la estadounidense. “Ahora siento que toda mi vida es un destello; realmente es un sueño hecho realidad”.
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