La vida está repleta de instantes que definen a las personas, y para un colectivo de skaters en México, la memoria de su amigo Rafael “Rafa” Castillo es uno de esos instantes indelebles. Mediante un tributo singular y emotivo, estos deportistas no solo han respetado la memoria de Rafa, sino que también han fortalecido su anhelo de que el skate siga estando presente incluso en las situaciones más adversas. Construyeron su lápida como una rampa de quarter-pipe, facilitando que sus amigos y familiares puedan skater con él en vez de solo rezar por su espíritu.
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La historia detrás del homenaje
Rafa Castillo, un skater y surfero muy querido en la comunidad de La Paz, Baja California Sur, falleció en 2016 a los 43 años debido a un cáncer de páncreas. Su legado en la escena del skate fue notable, participando en torneos importantes durante los años 90 y dedicándose a diseñar rampas y promover el deporte en la región. Conocido por su personalidad amistosa y sociable, Rafa dejó una huella profunda en todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo.
Antes de su muerte, Rafa había compartido sus deseos con sus amigos: quería que su lápida fuese una rampa de skate. “La rampa fue en memoria de la que estuvo en el parque durante muchos años,” explicó Jesús Manuel Herrera Rodríguez, un amigo cercano desde la escuela secundaria. “Así que, en lugar de ir a rezar por él, quería que patinaras con él.”
Con la aprobación de las autoridades locales, sus amigos se pusieron a trabajar en la construcción de la lápida según las especificaciones de Rafa. Utilizaron arena de los lugares donde él vivió y decoraron la rampa con una tabla de skate fijada a una cruz, en tributo a la costumbre de Rafa de colocar un crucifijo en su patineta. También grabaron la frase “estás bien” en la piedra, una expresión que él solía decir para consolar a sus amigos en tiempos difíciles.
La rampa como símbolo de comunidad
La culminación de este proyecto en 2023 fue recibida con entusiasmo por la comunidad. La rampa se ha convertido en un lugar donde las personas pueden honrar el legado de Rafa de una manera única y activa. Jesús Rodríguez destacó lo importante que fue Rafa para conectar a skaters de diferentes partes de México. “Era un promotor incansable de este deporte, y su sueño era que todos los niños tuvieran una patineta al alcance,” comentó Dulce Falcón, amiga de la infancia y presidenta de la Asociación de Skaters Extremos de Baja California Sur, creada para cumplir los deseos del fallecido.
El homenaje a Rafa Castillo no solo resalta la importancia del skate como deporte, sino también como un medio para construir comunidades y mantener vivas las memorias de aquellos que ya no están. La rampa de skate en su lápida se convierte en un símbolo de conexión, amistad y la pasión compartida por un estilo de vida que él tanto amaba.
Recuerdos compartidos
Jesús Rodríguez, quien introdujo a Rafa al mundo del skate en 1986, recordó ese momento como un punto de inflexión en la vida de su amigo. “Imagínate que es como en la película de karate... llegué a la cooperativa y unos cholitos (punks) lo estaban golpeando, así que fui a defenderlo,” relató. “Y desde ahí, nunca dejó de patinar.” Esta anécdota resalta cómo el skate se convirtió en un refugio y una forma de expresión para Rafa, conectándolo no solo con sus amigos, sino con su pasión por la vida.
La rampa de la lápida se ha vuelto un lugar de encuentro para aquellos que quieren recordar a Rafa de una manera alegre, en lugar de la tristeza que a menudo acompaña a los funerales. Los skaters se agrupan, realizan trucos y comparten risas, manteniendo viva la memoria de Rafa en cada patinada. Este homenaje no solo rinde tributo a su vida, sino que también inspira a otros a recordar la importancia de la amistad y el deporte en el proceso de duelo.
Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.