Con la llegada de Internet, el término “hacker” cobró mayor relevancia y se popularizó en el mundo entero, pero lo cierto es que su historia se remonta décadas atrás, teniendo en Raúl Horacio Barragán, conocido como ‘Yuyo’, a uno de sus representantes más recordados. Oriundo de Argentina, este especialista en informática se dio el lujo de viajar por todo el mundo sin gastar un solo dólar desde 1978 con apenas tenía solo 21 años. Esta es la historia de su vida, que se convirtió en viral en las redes sociales ni bien fue descubierta recientemente por los internautas.
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Su relato inicia en dicho año cuando se encontraba trabajando en una sucursal de Aerolíneas Argentinas en Concordia, Entre Ríos y, mientras se realizaba el mundial de fútbol que se celebró en su país, él contaba con un teléfono, así como una terminal de télex (dispositivo utilizado previo a la era de Internet para transmitir datos y mensajes mecanografiados) conectada directamente por un coaxil privada a Santa Fe.
El télex era un mecanismo para vender pasajes en dicha sucursal muy común en la mencionada época e, inclusive, aún ahora, por lo que ‘Yuyo’ vio la posibilidad que una empresa extranjera sin oficina en Argentina, entregase boletos por medio de otra compañía aérea.
Cuando se presentaban este tipo de casos Raúl Horacio informaba a Buenos Aires, la cual, a su vez, se comunicaba con el Sistema Internacional de Comunicaciones Aeronáutica (SITA), empresa francesa que hacía las reservas de las aerolíneas de todo el mundo registrando su reserva en su central ubicada en Inglaterra, se confirmaba en Estados Unidos, para luego dar la orden de emisión a la correspondiente empresa.
Sin embargo, ‘Yuyo’ recibió el pedido de compra desde Londres cuyo monto económico era tan elevado que no pudo pasarlo por alto, pero tras preguntar, el télex le respondió que todos los números de aerolíneas estaban ocupados.
El sujeto buscó guías en el tráfico aéreo los códigos y claves que necesitaba y en la guía de télex el número de SITA en Buenos Aires, tras lo cual pudo hacer la reserva saltándose las oficinas de Aerolíneas Argentinas en la capital porteña.
En dicho momento, Barragán se dio cuenta lo fácil que es falsear mensajes a través del télex, sin producir suspicacia o sospecha alguna en, absolutamente, nadie.
Siendo consciente de este, Yuyo generó un pedido con origen en Nueva York (Estados Unidos) de un boleto prepago. Tras no generar ningún tipo de sospecha, la central de Buenos Aires lo aprobó de forma inmediata.
Este hecho convirtió a Raúl Horacio en el primer hacker argentino sin tener grandes conocimientos de la informática de dicha época.
Asimismo, tuvo una novia colombiana que trabaja en Aerolíneas Argentinas en dicho país y tenía muchos deseos se visitarla, por lo que decidió hacer una jugada donde falsificó documentos en los cuales la empresa le pagaría los pasajes y viáticos a Colombia.
Tras conocer que esta modalidad era difícil en ser descubierta, se dio a la labor de viajar por todo el mundo, pero con diferentes compañías. Esta modalidad le sirvió a la perfección hasta 1982, época en la que Argentina estaba en guerra con el Reino Unido por las islas Malvinas.
En ese entonces, un gerente de KLM se sintió extrañado por un pedido emitido en Rosario, consultó a Aerolíneas Argentinas en Buenos Aires, pero nadie le supo dar razón, ni siquiera en Tel Aviv (Israel), sitio desde donde se originaba el vuelo.
Yuyo se da cuenta que su artimaña fue detectada, por lo que decidió huir al Brasil, país donde siguió aplicando su método de estafa, pero hizo una variación: emitió boletos y los vendió en el mercado negro por la mitad del precio.
Sin embargo, fue detenido cuando el hermano de uno de sus clientes acudió a las oficinas de Varig (compañía aérea) para verificar la autenticidad del pasaje.
Tras la detención, ejecutivos de Varig fueron hasta la comisaría para ofrecerle que les explique su sistema de estafas con la condición de no presentar cargos en su contra, así como entregar los códigos que manejaba. El argentino aceptó, pero puso una condición: que el encuentro de diera en su hotel la mañana siguiente que fuera puesto en libertad.
La noche que salió libre, Raúl Horacio le regaló al comisario dos boletos de avión junto con un cheque por el buen cumplimiento de sus funciones.
Al día siguiente, los ejecutivos de Varig llegaron al hotel del sujeto, pero no encontraron a nadie en la habitación ¿Dónde estaba? Rumbo a Buenos Aires gracias a un pasaje Sao Paulo-Montevideo sacado, curiosamente, de la misma Varig.
De regreso a su país natal, continuó con su modus operandi hasta febrero de 1983 cuando, nuevamente, fue detenido cuando se le pidió la boleta de compra de un reloj Rolex que tenía en su poder. Sin embargo, en esta ocasión decidió confesarlo todo.
En esta ocasión, explicó a gran detalle su forma de actuar, pero esta resultó poco entendible para sus captores, por lo que consultaron a especialistas del FBI quienes no dieron respuestas, si no más bien preguntas adicionales.
Así lo describió: “Las líneas tienen muchas dificultades. No sé si habrán notado que casi siempre los pasajes vienen con un error en el nombre. Los que pedía para mí decían Baragan, con un sola erre. Eso es basura del satélite y las compañías aéreas lo saben. Ante cualquier inconveniente uno muestra el documento, se dan cuenta de que es un error de transmisión, y listo!”
Y agregó: “¿Qué hacía yo? Descubrí que si al final del mensaje metía una orden de retorno para el carro y en la línea siguiente ponía cuatro ele mayúscula, cerraba el circuito. Doy un ejemplo: mandaba un mensaje a PanAm San Francisco ordenando un pasaje con origen en Milán para tal recorrido, a ser endosado a Aerolíneas Buenos Aires o a Varig Río de Janeiro. El operador norteamericano que está mirando la pantalla lo ve entrar. Supongamos que se le ocurre verificarlo, cosa que casi nunca se hace. Cuando va a intentarlo, se cuelga el sistema. ¿Cómo iba a saber que era yo el que lo hacía a propósito? Tenía que apagar y reencender las máquinas y para cuando terminaba de hacerlo ya se había olvidado”.
A pesar de su confesión, Barragán salió en libertad a los cuatro días sin ningún cargo en su contra. ¿Por qué? Ninguna de las aerolíneas afectadas lo acusó ni se declaró damnificada, en gran medida porque hacer pública la estafa de una sola persona, en un país periférico provocaría la pérdida de credibilidad de estas compañías.
Se cree que el monto de las estafas del argentino habrían costado poco más de 5 millones de dólares entre 600 a 1000 pasajes de avión, de los cuales nunca mejoró su condición de vida.
Sin embargo, en 1993 Yuyo experimentaría la prisión tras conocerse que la banda argentina “Los Pericos” había hecho su gira por América con pasajes que su manager en dichos años, Urbano Hortal, fueron comprados en Caracas (Venezuela), los cuales eran robados.
El juez Juan José Galeano dictaminó prisión preventiva en la desaparecida prisión Caseros en Parque Patricios durante tres años, para luego salir en libertad y desaparecer del ojo público, para posteriormente no se supo más de él hasta el 1 de agosto de 2013, fecha en que Raúl Horacio Barragán falleció a los 56 años.
¿Qué país tiene los mejores hackers?
Rusia encabeza la lista del país que tiene los mejores hackers ya que, de 2018 a 2020, ordenó 13 mil ataques a diferentes Estado-Nación. De acuerdo a los datos de la empresa Microsoft recogidos por Univision, hackers del citado país europeo son responsables de la mayoría de los ciberataques (52 %) contra sus clientes durante los últimos años con objetivos que variaron desde las elecciones hasta los Juegos Olímpicos. Irán, por su parte, fue responsable de una cuarta parte de las alertas, mientras que China, del 12 %. El resto provino de Corea del Norte y otros países.
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