
Durante años, el agua con limón ha sido una de las bebidas más populares dentro de los llamados “remedios naturales”. A menudo se le atribuyen beneficios que van desde acelerar la pérdida de peso hasta eliminar las toxinas del cuerpo; sin embargo, los especialistas aclaran que estas afirmaciones no tienen ningún respaldo científico. Lo que sí es cierto es que esta sencilla combinación puede ofrecer algunos beneficios reales que sí están comprobados.
Saurabh Sethi, gastroenterólogo formado en la Universidad de Harvard, se refirió a este tema. Recientemente, el especialista compartió con sus 1,3 millones de seguidores en Instagram una publicación en la que reveló ocho hechos verificados sobre el consumo de agua con limón. Entre ellos, destacó tres ventajas concretas que podrían aprovechar quienes incorporan esta bebida a su rutina diaria.
Sethi señaló que cerca del 75% de los adultos sufren de deshidratación crónica, un problema más común de lo que se piensa.
Según el médico, añadir un toque de limón al agua puede hacerla más agradable al gusto, lo que anima a beber más líquidos. Esta mayor hidratación favorece la digestión y contribuye a mantener una sensación de energía constante durante el día.

Otro punto a favor del limón es su alto contenido de vitamina C, un nutriente esencial para funciones clave del organismo.
De acuerdo con el gastroenterólogo, un solo limón aporta aproximadamente el 40% de la cantidad diaria recomendada de esta vitamina, la cual participa en la producción de colágeno, mejora la absorción del hierro y fortalece el sistema inmunológico.
Además, el agua con limón puede resultar útil para quienes presentan un bajo nivel de ácido estomacal. Sethi explicó que la acidez moderada de esta fruta estimula la producción de bilis y jugos gástricos, ayudando a que la digestión sea más eficiente; no obstante, advirtió que la temperatura del agua sí influye: la vitamina C se descompone si se expone a temperaturas superiores a 70 °C (158 °F). Por ello, lo recomendable es consumirla tibia o dejarla enfriar un poco antes de añadir el limón.
Por otra parte, es importante señalar que esta práctica no está libre de riesgos. El especialista aclaró que quienes padecen reflujo gastroesofágico (GERD) deberían evitarla o, al menos, consumirla con precaución, ya que los cítricos pueden agravar los síntomas.

Aproximadamente un 20% de las personas con esta afección reportan peores molestias como el ardor y la inflamación si toman agua con limón, sobre todo en ayunas.
Otro detalle importante es la forma de beberla. Sethi recomendó hacerlo de una sola vez y no a sorbos durante el día, ya que la acidez del limón puede erosionar el esmalte dental. Para reducir este efecto, sugirió usar un popote y enjuagarse la boca con agua después de tomarla.
En su publicación, el médico también desmontó uno de los mitos más extendidos: que el agua con limón “desintoxica” el cuerpo. Según explicó, los órganos encargados de esa función son el hígado y los riñones, y no necesitan ayuda adicional para eliminar sustancias dañinas.

Cabe agregar que la nutrióloga Joy Dubost, citada por Healthline, coincidió con Sethi al afirmar que ni la pérdida de peso ni la desintoxicación son efectos reales de esta bebida.
De hecho, advirtió que las dietas extremas que prometen “limpiar el organismo” suelen provocar déficit de nutrientes. Además, concluyó que la mejor estrategia para cuidar el sistema digestivo sigue siendo mantenerse bien hidratado y consumir suficiente fibra.
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