
Un reciente hallazgo astronómico ha dejado perplejos a los científicos: el cometa 3I/ATLAS, un objeto interestelar que se desplaza a gran velocidad por nuestro sistema solar, resultó ser mucho más grande de lo que se creía. Observaciones del telescopio Vera C. Rubin revelaron que este cuerpo celeste mide aproximadamente 11 kilómetros de diámetro, lo que lo hace incluso más grande que el monte Everest.
Este hallazgo convierte a 3I/ATLAS en el mayor objeto interestelar jamás detectado, superando ampliamente en tamaño a sus predecesores: Oumuamua, con unos 400 metros de ancho, y Borisov, de aproximadamente 1 kilómetro.
A pesar de su imponente tamaño, los científicos aseguran que no representa ningún peligro para la Tierra, ya que su trayectoria lo mantendrá a unos 240 millones de kilómetros de nuestro planeta.

Desde su detección oficial el pasado 1 de julio, los astrónomos han estado revisando imágenes anteriores captadas por el mismo observatorio. Así pudieron reconstruir parte del recorrido de este cometa, cuyo núcleo tiene un radio de unos 5,6 kilómetros. Su órbita hiperbólica demuestra que proviene de fuera del sistema solar y que solo está “de paso” antes de continuar su viaje hacia el espacio profundo.
Como suele ocurrir con fenómenos espaciales de este tipo, no tardaron en surgir teorías conspirativas en redes sociales, incluyendo algunas que sugieren que podría tratarse de una nave alienígena. Sin embargo, el astrónomo Chris Lintott, de la Universidad de Oxford, fue enfático al rechazar esa posibilidad: “Cualquier sugerencia de que es artificial es un disparate absoluto. Estas ideas son un insulto al emocionante trabajo científico que estamos realizando”, dijo a la revista especializada Live Science.

3I/ATLAS recibe su nombre del equipo ATLAS que lo detectó, y la “I” indica su naturaleza interestelar. Su paso fugaz por el sistema solar representa una oportunidad única para estudiar objetos provenientes de otras partes de la galaxia. Tal como explicó la NASA, su trayectoria no está influida por la gravedad del Sol, lo que confirma que no está atrapado en una órbita solar, sino que simplemente nos visita… y seguirá su camino para no regresar jamás.

Si te interesó esta noticia y quieres mantenerte informado sobre los eventos y tendencias en EE.UU. y el mundo, forma parte de nuestra comunidad de WhatsApp. 👉 Únete aquí












