
La ciencia ficción ha jugado con la amenaza que representan los asteroides para la Tierra. En películas como Armageddon, Deep Impact o incluso Don’t Look Up, hemos visto como la Tierra es vulnerable a estas gigantescas rocas que se desplazan en el universo a grandes velocidades y que podrían pulverizar nuestro mundo.
Aunque el riesgo de los asteroides puede hasta el momento parecer solo un argumento para una película, existe de verdad. Hace más de 60 millones de años, el asteroide Chicxulub impactó en lo que hoy es la península de Yucatán (México) lo que derivó en la extinción de los dinosaurios. Más recientemente, el 30 de junio de 1908, el bólido de Tunguska se encargó de recordar a la humanidad qué tan vulnerables somos ante los cuerpos celeste. Este evento se trató de una gran explosión en lo que era la gobernación de Yeniseisk, Rusia.
Esta explosión fue en la taiga siberiana oriental, una zona escasamente poblada, donde 80 millones de árboles fueron aplastados en un instante. En este caso fue un meteoroide o un asteroide de hierro que no llegó a colisionar con la Tierra, sino que se desintegró unos 10 km antes de llegar a la superficie. Sin embargo, pese a no impactar fue capaz de destruir todo a su alrededor. En su honor se creó el Día del Asteroide.

Es por eso que agencias espaciales como la NASA, trabajan en planes de defensa planetaria que tiene como propósito proteger a Tierra en caso un asteroide se convierta en una amenaza para nuestro mundo. Sin embargo, hay un factor muy importante en estos planes: el tiempo que se tendrá para reaccionar al peligro.
Reciente, Naciones Unidas activó por primera vez en la historia en protocolo de defensa planetaria por el asteroide 2024 YR4, una roca de grandes dimensiones que tenía más de 1% de probabilidad de impacto con la Tierra. El probable impacto ocurriría en 2032 por lo que había tiempo para poner en acción los planes de la NASA y otras agencias espaciales.
Un nuevo visitante llegó con solo 3 semanas de aviso
El 4 de julio pasado, el telescopio de sondeo Pan-STARRS2, en Hawái captó al asteroide 2025 OW. El 28 de julio, es decir, solo 21 días después de ser descubierto, la Red de Espacio Profundo de la NASA captó a 2025 OW en su aproximación a nuestro planeta.
El Goldstone Solar System Radar siguió al asteroide que pasó a 640,000 kilómetros de nuestro mundo, o 1,6 veces la distancia entre la Tierra y la Luna.

Se calcula que 2025 OW mide 60 metros de ancho y tiene una forma irregular. Asimismo, se cree que gira rápidamente, completando una rotación cada 1,5 a 3 minutos, convirtiéndose en uno de los asteroides cercanos a la Tierra de mayor rotación observados por el radar.
Durante su paso, la NASA desde un inicio aclaró que este asteroide no era una amenaza para la Tierra y monitoreó su seguimiento hasta que se alejó de nuestro vecindario.
Sin embargo, este asteroide que tomó solo tres semanas entre ser avistado y pasar cerca de la Tierra nos ha recordado qué tan vulnerable todavía es la Tierra ante la amenaza de una roca gigantesca espacial.










