Algunos comportamientos infantiles que pueden ser considerados "malos" en realidad pueden ser síntomas de problemas graves. (Foto referencial: Freepik)
Algunos comportamientos infantiles que pueden ser considerados "malos" en realidad pueden ser síntomas de problemas graves. (Foto referencial: Freepik)

Olvídate de buscar excusas: el verdadero problema podría estar en lo que tu hijo hace en la mesa, en su teléfono o cuando cree que nadie lo está mirando. Psicólogos infantiles están advirtiendo que algunos comportamientos, que muchos padres consideran normales, podrían ser señales de alarma que no deben ignorarse.

MIRA TAMBIÉN:

Actitudes como perder el apetito, ser agresivo o esconder lo que hacen con el celular no son habituales, y podrían ser una señal de que algo más serio está ocurriendo. “Estas preocupaciones emocionales y de conducta deben abordarse lo antes posible para que no se intensifiquen con los años”, dijo la psicóloga clínica licenciada Dr. Regine Muradian en una entrevista con .

Según el New York Post, la doctora Carla C. Allan, jefa de psicología en Phoenix Children’s, también recomendó que los padres consulten con un pediatra si notan “retrasos en el desarrollo, estancamiento o pérdida de habilidades o capacidades”.

Es importante diferenciar entre comportamientos normales y los que podrían indicar un problema de salud grave. (Foto referencial: Freepik)
Es importante diferenciar entre comportamientos normales y los que podrían indicar un problema de salud grave. (Foto referencial: Freepik)

Otro punto de alerta importante es cuando los niños insisten en navegar por internet sin supervisión. “Si reconoces que un niño intenta o insiste en explorar internet sin supervisión y/o en privado, es momento de profundizar en las razones de ese deseo”, advirtió el Dr. Brett Biller, psicólogo y director de salud mental en Hackensack University Medical Center.

Si de repente tu hijo come menos, no lo tomes como algo pasajero. “Puede indicar problemas como angustia, ansiedad o un trastorno alimentario”, señaló la psicóloga Denitrea Vaughan, de Thriveworks.

La agresividad, los berrinches o la violencia también son señales que requieren atención. “Estas conductas negativas, si no se tratan, pueden continuar en los años de primaria y secundaria”, añadió Muradian.

Estos comportamientos pueden ser síntomas de un problema de conducta o de un trastorno de personalidad en algunos casos. (Foto referencial: Freepik)
Estos comportamientos pueden ser síntomas de un problema de conducta o de un trastorno de personalidad en algunos casos. (Foto referencial: Freepik)

También es importante prestar atención a lo que los niños dicen, especialmente en chats grupales. “Hay mucho más lenguaje inapropiado, incluyendo comentarios capacitistas, racialmente insensibles y de contenido sexual”, dijo la especialista Litvinov. Otro hábito preocupante es morderse excesivamente las uñas, algo que puede estar ligado a la ansiedad.

Pero no todo recae sobre los niños. Según el medio citado, un estudio realizado en 2024 por la Universidad Estatal de Ohio encontró que el agotamiento en los padres está directamente relacionado con problemas de comportamiento en los hijos. “Tenemos expectativas muy altas como padres”, explicó la autora del estudio, Kate Gawlik. “Y además, te comparas con otras personas… y hay mucho juicio”.

Los padres agotados tienden a gritar, castigar o avergonzar a sus hijos más fácilmente, lo que solo empeora la situación. “Cuando los padres están quemados, tienen más depresión, ansiedad y estrés, pero también sus hijos presentan más problemas emocionales y de comportamiento”, afirmó Bernadette Melnyk, vicepresidenta de salud de Ohio State.

Si un niño muestra problemas de conducta inusuales, es importante buscar ayuda profesional para identificar la causa y buscar estrategias de manejo adecuadas. (Foto referencial: Freepik)
Si un niño muestra problemas de conducta inusuales, es importante buscar ayuda profesional para identificar la causa y buscar estrategias de manejo adecuadas. (Foto referencial: Freepik)

Por eso, los expertos recomiendan ir paso a paso. “Concéntrate en un hábito a la vez para no abrumar a tu hijo”, sugirió Vaughan. “Y motiva los comportamientos positivos con refuerzos como elogios o afirmaciones”.

Si es necesario, buscar ayuda profesional es una buena opción. “Algunos hábitos y situaciones requieren más ayuda profesional”, concluyó Vaughan. “Los especialistas que trabajan con niños y adolescentes pueden ayudar a través de la terapia de conversación o de juego”.

Los motivos por los que un niño tiene mal comportamiento

Según el Child Mind Institute, el mal comportamiento en los niños a menudo no es un capricho, sino una respuesta a una necesidad no satisfecha o a una dificultad subyacente. Los niños, especialmente los más pequeños, carecen de las habilidades para comunicar sus sentimientos y problemas de forma verbal, por lo que recurren a la conducta para expresar lo que les sucede.

Muchas veces, el comportamiento desafiante es una señal de que al niño le faltan habilidades para manejar ciertas situaciones o emociones. Esto podría ser la incapacidad para regular sus emociones, resolver problemas, tolerar la frustración o la impulsividad. Cuando un niño no sabe cómo afrontar una situación estresante, su cerebro puede reaccionar con una “conducta de supervivencia” que se manifiesta como una rabieta, agresividad o desobediencia.

Finalmente, el Child Mind Institute destaca que el mal comportamiento también puede ser una respuesta a expectativas inapropiadas o inconsistentes por parte de los adultos. Si los límites no son claros, si las consecuencias no son predecibles, o si se le pide al niño algo para lo que no está preparado en su desarrollo, es probable que surjan problemas de conducta.

TAGS

Contenido sugerido

Contenido GEC