De hoja verde e intenso sabor, es de esas verduras que muchas veces compramos en gran cantidad porque la venden por atado y terminan malográndose al fondo de la nevera. Si eres de los que disfruta de los platos que se caracterizan por sus colores y atractivo visual, hoy te explico lo que necesitas saber sobre una hortaliza que no solo es nutritiva, sino que te ayuda a cuidar la salud. ¿Sabías que te ayuda a mejorar la circulación, aporta vitaminas A y C, mantiene tu piel sana y hasta te protege del daño oxidativo?. Quédate en esta nota y aprende más sobre este alimento saludable que debe estar incluido en tu dieta diaria.
“Contiene vitaminas A y C, potasio, carotenos y folato. Algunos de los carotenos encontrados son betacaroteno, luteína y zeaxantina. Estos fitonutrientes son beneficiosos para una visión saludable y el funcionamiento adecuado de las células del cuerpo (…) también es una gran fuente de hierro”, explican desde Mayo Clinic.
Esta organización dedicada a la investigación en Estados Unidos también destaca que “congelada o fresca, puede formar parte de muchos platos, como los que incluyen huevos, guisos o pasta. Sin embargo, la espinaca fresca es un gran aporte para ensaladas y puede comerse sola”.
La espinaca tiene una variedad de antioxidantes , incluidos carotenoides como el betacaroteno y la luteína, que protegen contra enfermedades. (Foto: Image Source / iStock)
/ Cuida la piel y tu circulación: cuáles son los beneficios de comer espinacas
Esta verdura de hoja verde es una fuente inagotable de nutrientes. No solo es baja en calorías, sino también rica en vitaminas, nutrientes y fibra saciante que la convierten en un superalimento, según destacan desde Cleveland Clinic. Comencemos a enumerar algunos de sus beneficios:
- Protege contra enfermedades: tiene una variedad de antioxidantes, incluidos carotenoides como el betacaroteno y la luteína. Si tiene diabetes, el ácido alfa lipoico antioxidante presente en las espinacas puede mantener bajos los niveles de glucosa y mejorar su respuesta a la insulina.
- Reduce la presión arterial: Los altos niveles de potasio en las espinacas (dos tercios de taza contienen cerca de 600 miligramos) relajan los vasos sanguíneos y reducen la presión arterial.
- Mejora la salud cerebral: un estudio de la American Academy of Neurology reveló que consumir media taza de espinacas cocidas u otras verduras de hoja verde al día retrasa los cambios en la memoria relacionados con la edad.
- Contribuye a la salud de la piel: nutrientes como la vitamina A (potente regenerador celular), vitamina C (crucial para la producción y mantenimiento del colágeno) y antioxidantes ayudan a proteger la piel de los daños, a mantenerla hidratada y a combatir los signos del envejecimiento. Además, al estar repleta de retinol, también deja la piel tersa y ayuda a combatir los signos del envejecimiento, por lo que es una alternativa natural y accesible que puede proporcionar resultados sorprendentes cuando se consume de manera regular y no la alejas de tu dieta.
- Favorece la salud sanguínea y la circulación: el hierro presente en la espinaca ayuda al cuerpo a producir hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos que transporta oxígeno a los órganos y tejidos; además, puede maximizar la absorción del hierro no hemo.
La espinaca es buena para la salud, ya sea que la comas fresca o cocida. (Foto: Delmaine Donson / iStock)
/ Cómo aprovechar los beneficios de la espinaca: así puedes comerlas
“La espinaca es una excelente fuente de nutrientes clave, como vitaminas A, B, C, E, K y minerales como hierro y calcio. Además, aporta fibra, lo que favorece el bienestar digestivo”, comenta Talía Pinto León, nutricionista y miembro del Consejo Consultor de Nutrición de Herbalife.
- En ensaladas: Añade espinaca fresca para un toque saludable, crujiente y colorido.
- En batidos y smoothies: Mezcla espinaca con frutas y yogur para un desayuno lleno de energía.
- En sopas y cremas: Se mezcla perfectamente y aporta un extra de fibra.
- En omelettes, quiches o tortillas: Perfecta para acompañar huevos en cualquier comida.
- En pasteles o croquetas: Enriquecerás estos platos con fibra y vitaminas esenciales.
- En salsas: Les dará un sabor fresco y un gran valor nutricional.
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