
Cada 31 de octubre los niños tocan las puertas de las casas totalmente disfrazados y con botes de plástico en forma de calabaza. Es ahí donde los buenos vecinos o familiares les entregan una gran cantidad de caramelos, chocolates, paletas o gomitas. Tras esto, llegar a casa se convierte en toda una odisea porque muchos se los quieren comer todos en el momento y la clave no está en prohibir, sino en aprender a equilibrar y elegir los mejores para evitar problemas de salud, en especial en los dientes. Hoy te explico, de la mano de una experta, cuáles son los mejores y peores dulces para Halloween
Para evitar una aterradora visita al dentista después de la Noche de Brujas, no hay nada mejor que la prevención. Y es que los odontólogos afirman que el proceso de descomposición inicia a los 20 minutos después de comer un bocadillo azucarado, y los resultados persisten allí durante horas. Eso deriva en caries y problemas mayores.
Es aquí donde resulta importante saber que, aunque todos los dulces contienen azúcar, no todos dañan los dientes por igual. “Durante Halloween es importante elegir los dulces con cuidado para proteger los dientes de nuestros hijos. Siempre que se disfruten con moderación y se mantenga una buena higiene bucal, se puede disfrutar sin problemas”, explica la Dra. Jeanette Campos, Odontopediatra y miembro de la Sociedad Peruana de Odontopediatría.

Qué dulces elegir para los niños en Halloween
- Elige dulces suaves: productos como el chocolate o los wafers se disuelven rápido en la boca y son más fáciles de limpiar con el cepillado, lo que reduce el riesgo de caries y cuida mejor los dientes de los niños.
- Evita dulces duros o pegajosos: los caramelos masticables, chupetines y gomitas se adhieren a los dientes por más tiempo, lo que favorece la aparición de caries. Además, al morderlos puede provocar fracturas dentales o desprender empastes recientes.

Qué hacer después de la ingesta de dulces en Halloween
Tomar agua durante y después de los dulces ayuda a eliminar los residuos de azúcar y neutraliza los ácidos, protegiendo el esmalte dental y reduciendo el riesgo de caries en los niños.
A esto hay que sumarle una buena rutina de higiene y reforzar en los niños el hábito del cepillado después de consumir dulces. Debe realizarse con una pasta dental fluorada (mínimo 1000 ppm de flúor) para fortalecer el esmalte y prevenir caries, y también el uso de cepillos interproximales. Además, se puede complementar la limpieza con un enjuague bucal que contenga antisépticos como el Cloruro de Cetilpiridinio (CPC), que ayuda a controlar las bacterias y proteger la salud bucal.
Para garantizar que todo está bien con miras al 31 de octubre, la experta también aconseja acudir con los niños al dentista para asegurarse de que no haya caries o piezas sensibles que puedan causar dolor al comer dulces. Una revisión a tiempo previene molestias y detecta problemas en etapa inicial.
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